Viviendo Como Si No Hubiera Un MañanaMuestra
El fruto de nuestros actos
¿Quién no ha tenido que vivir alguna vez de las consecuencias de sus actos? Si tocara levantar la mano… Yo sería el primero en hacerlo.
Quisiera no haber cometido tantos errores en mi vida, pero la verdad es que ya nada puedo hacer con las cosas en que me equivoqué. Algunas veces, por Providencia Divina, la vida te da la oportunidad de recomponer aquellas cosas que se rompieron y qué bueno sería el poder hacerlo siempre. Pero hay ocasiones en que no habrá segundas oportunidades… Simplemente, nos tocará mirar hacia adelante. Y qué duro es que, cuando, por más que quieres volver atrás y corregir lo que hiciste, ya no hay nada que puedas hacer.
Lo cierto es que muchas veces, pensamos que podemos ir por la vida haciendo y deshaciendo, y que nunca tendremos que pagar por los platos rotos. Tarde o temprano, ese día en que tengamos que asumir las consecuencias de nuestros actos, llegará, y lo dice la Palabra… “Mientras el mundo exista, habrá siembra y cosecha; hará calor y frío, habrá invierno y verano y días con sus noches”.
Mientras estemos en este mundo, cada cosa que sembremos, producirá una cosecha, ya sea para bien o para mal.
Escrituras
Acerca de este Plan
La mayoría de las personas, hoy en día, acostumbran a vivir sus vidas como si no hubiera un mañana. Pensamos que nuestros actos no tendrán consecuencias y que podemos realizarlos, si se puede decir, de manera impune. La verdad es que tarde o temprano, nos tocará vivir de las consecuencias de todos nuestros actos. La pregunta es, ¿cómo quieres que sean las consecuencias del día de mañana? ¿Buenas o malas?
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Nos gustaría agradecer a Andy Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://jeremias2911.com/