Elías, Hombre De Valentía, Hombre De Fe, Hombre De DiosMuestra

“«Varón de Dios, el rey te pide que bajes.» Pero Elías le respondió al capitán: «Si soy un varón de Dios, que caiga fuego del cielo y te consuma con tus cincuenta soldados»” (2 Reyes 1:9-10 RVC).

¿Quién tiene la última palabra?

Cuando el rey Ocozías oye la mala noticia que Elías ha anunciado, lo convoca a un encuentro personal. Envía a un capitán de cincuenta soldados que le dice a Elías, sin rodeos: “«Varón de Dios, el rey te pide que bajes.». Aunque el rey y el capitán reconocen que Elías es un hombre de Dios, no le muestran ningún respeto. Piensan que basta con ordenarle lo que quieren que haga. Pero Elías es un siervo de Dios y habla en Su representación: Dios está de su lado.

Elías responde al capitán: «Si soy un varón de Dios, que caiga fuego del cielo y te consuma con tus cincuenta soldados». Y, tal como en el monte Carmelo, Dios muestra su poder y supremacía enviando fuego del cielo: el capitán y sus soldados son consumidos por él.

Un segundo capitán recibe la misma sentencia. Solo cuando el tercer capitán respetuosamente le pide a Elías que le perdone la vida y vaya a ver al rey, el ángel del Señor le dice a Elías que vaya. El “hombre de Dios” hablará con el rey Ocozías de nuevo, pero en los términos de Dios. Elías repite el juicio del Señor y Ocozías muere “tal y como Dios lo había dicho por medio de Elías”.

¿Calza este relato con lo que piensas acerca de cómo es Dios? ¿O te asombra?