PROVISIÓN DE PERDÓN

"Jesús dijo: ―Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. Mientras, echaban suertes para ver quién se quedaba con la ropa de Jesús" (Lucas 23:34).

La falta de perdón hace que nuestras vidas se vuelvan frías, vacías, literalmente muertas.

Yo por muchos años cargué una culpa que no debí cargar, yo me culpaba de la muerte de mi abuelita, cuando tenia 10 años mientras la cuidaba me quede dormida estaba cansada, tú sabes era solo una niña de 10 años.

Entender que había perdón disponible para mí era difícil, sentía que todo lo malo que me pasara me lo merecía, cargaba una culpa que no me pertenecía. Y cargamos esas cadenas que el mundo nos ata, y nos mantiene en el vacío del lodo cenagoso. Pero un día al ser persuadida por Su amor, llegó a mi la provisión de perdón de mi alma y mi espíritu. Fui libre de toda culpa, de toda herida, de todo el pasado que me atormentaba y me esclavizaba al dolor y amargura.

Recuerdo las palabras de Jesús, cuando escuché aquel Salmo 27:10: Si mi padre y mi madre me abandonaran, tú me recibirías y me consolarías.

Fue la primera vez que me sentí libre de toda culpa, fue un bálsamo a mi corazón y a mi alma cuando Jesús vino como provisión de perdón. Fue ahí cuando por primera vez volví a sonreír después de casi 10 años de aquel suceso.

Cuando Jesús me perdonó mis pecados, mi maldad, el querer destruir mi vida solo para mitigar el dolor que había en mi corazón, fue lo mas liberal que sentí. Pude sentir aquellas cuerdas de amor rodeándome y recordándome que Él me recibiría y me consolaría. Ese versículo se volvió real en mí.

En aquel Salmo del Pastor diciéndonos que nada nos faltará, realmente nos recuerda la provisión de Jesús en la cruz y el perdón de pecados. Aún no conocíamos, no entendíamos aquel amor. Solo se cumplía la Palabra escrita tiempo atrás por el Salmista David cuando dijo: Si Él es nuestro Pastor no nos faltará nada.

Hoy te invito a recibir aquella provisión, también disponible para ti hoy en dia, de aquel perdón, sin juicio, sin condena. Solo recibe aquella provisión del Padre Amoroso diciéndote te amo tanto que di mi Único Hijo para que hoy puedas estar cerca mío. No importa el error, la falla, la caída, solo ven a mis brazos que ya hice provisión para ti de mi amor en mi Hijo Jesús.