Todo va a Estar Bien.Muestra

¿Cuáles son tus prioridades?

Hoy en día es muy difícil mantener importante lo que realmente es importante. El otro día leí un artículo de BBC News que explicaba cómo nuestra atención a pasado de ser de 12 segundos a tan solo de 8 segundos. Es impresionante cómo vivimos en una vida de constante consumo y en medio de mucho ruido que nos lleva a no saber distinguir lo que es importante y lo que no.

“Que tus emociones no cieguen tus convicciones”

"El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es? Pero yo, el Señor, investigo todos los corazones y examino las intenciones secretas. A todos les doy la debida recompensa, según lo merecen sus acciones" (Jeremías 17: 9-10).

Hay dos puntos que quiero tocar el día de hoy:

1. Tu corazón es engañoso.

Suena feo pero cuantas veces no hemos experimentado una famosa “corazonada” o el impulso a comprar algo porque “me lo merezco”. Claro que todos lo hemos hecho (y quien diga que no, que su carrito de Amazon lo contradiga). Pero, ¿qué pasaría si en vez de ser un momento se vuelve una constante en nuestras vidas?, ¿Te imaginas todas las oportunidades que dejaríamos ir, las amistades o hasta los momentos con nuestros seres queridos que nos estaríamos perdiendo?

¡Ojo! No estoy diciendo que no te arriesgues de vez en cuando o que no hagas algo arriesgado por alguien en un momento de corazonada. A lo que me refiero es que tanto ruido es lo que nos lleva a cegar nuestra vista de poder entender las circunstancias y/o los momentos que estamos viviendo de la mejor forma y nos convertimos en las víctimas de nuestra propia historia que nos da como resultado el sentirnos frustrados por no tener o quizás no estar dónde quisiéramos.

2. Déjate guiar por Dios.

¿Realmente nos dejamos guiar por Dios? El dejarnos guiar por Dios es tener que sacrificar tus preferencias por un bien mayor, es no depender de tus fuerzas sino de las de eÉl.

Y empezar este proceso no va a ser fácil, nos va a llevar a momentos donde nos sentiremos frustrados, frustrados de no estar o no tener lo que anhelamos. Pero olvidamos algo muy importante que Dios no quiere enseñar en todas las temporadas de nuestra vida, y esto es que ya no estamos dónde solíamos estar.

¿Dónde estabas hace un año?
Es una verdad, no estás dónde quisieras estar, pero ya no estás dónde estabas antes.

¿Por qué?
Porque has mejorado, has madurado, has crecido, pero sobre todo eres una bendición.