Edificando y uniendo.

El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia (1 Corintios 13:7).

Lo más importante en el matrimonio y lo primero debe ser Dios, nadie ocupará su lugar y es importante que lo busquen siempre juntos en oración. Aparten un tiempo en el cual se pongan de acuerdo para orar por necesidades, por problemas y por su unión para que lleguen a ser una sola carne. Recuerden que cuando dos se ponen de acuerdo Dios contesta la oración y si ustedes lo hacen estarán en una mejor posición para cuidar su matrimonio.

Nunca dejen de orar juntos porque cordón de tres dobleces no se rompe.

Nunca se vayan a la cama enojados. Airaos pero no penquéis no se ponga el sol sobre vuestro enojo ni deis lugar al diablo (Ef 4:26). Si ustedes se duermen enojados están abriendo una puerta al enemigo para que pueda comenzar una separación entre ustedes, porque él se encargará de empezar a decirles mentiras en su pensamiento acerca del otro. Se abrirán heridas en su corazón, dolor y tristeza, orgullo y soberbia. A veces la separación crece y crece, las mentiras son más y nos alejan más del ser amado, por algo Dios nos da este mandamiento. Arregla la situación antes de ir a la cama, no dejes que crezca el enojo ni el resentimiento, no dejen que el rencor los llene y crezca la raíz de amargura. No den lugar al diablo. Que no llegue la luz de la mañana y ustedes sigan en las tinieblas del enojo y división, es ahí donde debemos comenzar a edificar nuestra relación tomados de la mano de Dios en la oración y comprensión el uno del otro.

Que la luz de Cristo los guíe siempre a la verdad, que Dios edifique su matrimonio. El amor no es orgulloso, lo que Dios unió no lo separe el hombre.

Pensando en...

Tenemos problemas y necesidades, también muchas oportunidades, porque en medio de esto podemos conocerte y obedecer cada uno de Tus mandatos para vivir en victoria. Señor, Tú eres Dios y en nuestra unión te necesitamos, solos no podemos alcanzar a entendernos.

Tu grandeza y poder no tienen comparación, lo que para nosotros es imposible en Ti es posible. Hoy venimos ante Ti en oración para buscar la solución porqué en Tu sabiduría, encontraremos dirección para nuestra unión.

Edifica hoy Señor nuestro matrimonio y que siempre unidos tomados de Tu mano podamos estar y ser bendecidos por Tu gran amor.

Oración.

Padre ayúdanos a edificar nuestro matrimonio siempre tomados de Tu mano, siendo obedientes a Tu Palabra, unidos en oración y dándote el primer lugar en nuestras vidas y en nuestro matrimonio. En el nombre de Jesús, amén.