Parar, Seguir O EsperarMuestra

Tres grandes decisiones…

Hacer un alto…

Si decides parar no importa, descansa, date tu tiempo, replantea, haz un refrescamiento y continua. Que el detenerse no signifique, hacer nada y tomarte un descanso eterno.

Seguir avanzando…

Si decides seguir, respira, piensa, escucha la voz de Dios y reanuda con más fuerza y determinación lo que estabas haciendo.

Esperar un poco…

Si decides esperar, aprovecha este tiempo para prepararte en todos los ámbitos posibles, no se vale por ninguna razón quedarse sin hacer nada por mucho tiempo.

¿Te has dado cuenta que al final todas las opciones llevan a lo mismo?

Tarde o temprano debemos: “Continuar”.

Cualquiera que sea la decisión que tomes es fundamental ir y mantenerte en la presencia de Dios. El tiempo que pases en ella hará que le conozcas y tu relación con Él crezca cada día más, así conocerás Sus pensamientos y planes para ti.

Deja que Él sea tu guía en todo lo que emprendas y ponlo siempre en primer lugar.

Quiero contarte algo que hago siempre.

Cada vez que voy a emprender algo o se abre alguna puerta en el ministerio o trabajo, le pregunto a Dios qué piensa al respecto. Así de simple como preguntarle a un amigo.

Haciendo esto le estoy dando a Dios el primer lugar sobre las decisiones que debo tomar y lo hago participe de mis planes. Al final, ¿de qué sirven mis planes? O, ¿de qué sirve hacer algo que Él no respalde?

Siempre le digo a mi Dios, ponle el sello de Tu Espíritu a cada cosa que haga, si Tú no vas conmigo, no quiero ir, yo sola no puedo.

Ten la seguridad de que Sus planes siempre son de bien y mejores para ti. Su deseo es darte un futuro lleno de esperanza, además Él honrará tu obediencia.

Necesitas a Dios en cada cosa que hagas, en cada decisión que quieras tomar, en los planes con tu esposa, tus hijos, tu novia o novio, tu familia, el trabajo, ministerio, el estudio, en lo grande y en lo pequeño, Dios debe siempre ser el número uno.

Necesitamos Su favor y Su gracia.

¡Si lo tienes a Él, lo tienes todo!