Buscando CorazónMuestra
Todos esperamos una espada.
La ciudad convulsionada, sumado al calor agobiante, los precios altos, gobernantes corruptos, hambre y cientos de sucesos que quebrarían la voluntad del militar más rudo. Todos esperamos la justicia, nadie espera menos que la venganza de nuestros muertos. Venganza por niños fallecidos por un hambre que duele o desmembrados por la guerra y la sangre en un suelo mugroso gritando una vez mas por justicia. Pareciera que nadie los buscó con amor, que nadie los planeó ni a ellos ni a su futuro.
¿Y qué decir de las grandes injusticias hacia los viejos?¿Nadie hará justicia por ellos?¿Acaso nadie se levantará en armas a defender que le roben el pan que amasaron por años?Alguien cree que su sabiduría no nos beneficia, que están de más y que nadie los requiere ya.
¿Y las mujeres? Violentadas de las maneras más extremas posibles, y dejadas de lado, sin duda por alguien que las cree inferiores en inteligencia si verlas como excelentes compañeras ideadas por el Eterno.
Escucho un rumor, alguien me habla de que viene esa justicia y me prepara para recibir a ese rey que con su espada nos traerá paz. Me alisto para recibirlo, tengo un dato y una ubicación, voy a recibirlo.
Al llegar me percato de que no hay tropas esperándolo, no hay soldados ni armas, no hay corona ni espada. Algo huele mal, y es literal. Es un lugar con animales de granja, algo así como un establo, un bebé que nació rodeado de cuidadores de animales y astrónomos que dicen que sabían que él bebe nació ahí, que estaba anunciado. Mi decepción es tan grande que no puedo seguir así, ¿y el rey?¿Y la espada? Y, ¿la venganza?...
Muchos esperamos que Jesús calme nuestras tempestades interiores, muchos queremos venganza de quién rompió nuestro corazón. Algunos esperamos incluso que quién nos hirió reciba el castigo merecido. Pero, el pesebre es el mejor ejemplo de lo que vino a hacer Jesús.
Sin riquezas ni venganza, solo paz. No hay espada solo un abrazo que reconforta y eso me basta. Muchas veces anhelamos resarcimiento a todo el dolor, pero el pesebre es la respuesta. Un Dios que decide dejar Su gloria para nacer en lo humilde y vivir como hombre, para decirme que en lo simple está lo eterno, que en Su nacimiento encuentro esperanza.
Escrituras
Acerca de este Plan
Hugo Gonzalez no acompaña por tres días en un devocional directo al alma. Tres historias que nos llevan a sumergirnos en la búsqueda de un corazón. ¿Cuál es el tuyo?
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Nos gustaría agradecer a HUGO GONZÁLEZ por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/hugonzalez1/?hl=es-la