Cuando El Corazón Es Quebrantado

Salmo 19: La suficiencia de la palabra de Dios

El Liderazgo Que Dios Busca

El Shemá Y El Mandamiento Más Importante

Edifica Un Mejor Matrimonio Con Una Perspectiva Bíblica

Desarrollando Conocimiento Pleno De La Voluntad De Dios

[Sé un Caballero] Identidad

Construyendo relaciones amorosas saludables

Hay Más Bendición en Dar Que en Recibir

De Huérfano a Hijo

Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="chapter ch7" data-usfm="NEH.7">
 <div class="label">7</div><div class="s">Nehem&#237;as designa dirigentes</div><div class="p"> 1Luego que el muro fue edificado, y colocadas las puertas, y fueron se&#241;alados porteros y cantores y levitas, 2mand&#233; a mi hermano Hanani, y a Hanan&#237;as, jefe de la fortaleza de Jerusal&#233;n (porque este era var&#243;n de verdad y temeroso de Dios, m&#225;s que muchos); 3y les dije: No se abran las puertas de Jerusal&#233;n hasta que caliente el sol; y aunque haya gente all&#237;, cerrad las puertas y atrancadlas. Y se&#241;al&#233; guardas de los moradores de Jerusal&#233;n, cada cual en su turno, y cada uno delante de su casa. 4Porque la ciudad era espaciosa y grande, pero poco pueblo dentro de ella, y no hab&#237;a casas reedificadas.</div><div class="s">Los que volvieron con Zorobabel</div><div class="r">(Esd. 2.1-70)</div><div class="p"> 5Entonces puso Dios en mi coraz&#243;n que reuniese a los nobles y oficiales y al pueblo, para que fuesen empadronados seg&#250;n sus genealog&#237;as. Y hall&#233; el libro de la genealog&#237;a de los que hab&#237;an subido antes, y encontr&#233; en &#233;l escrito as&#237;: 6Estos son los hijos de la provincia que subieron del cautiverio, de los que llev&#243; cautivos Nabucodonosor rey de Babilonia, y que volvieron a Jerusal&#233;n y a Jud&#225;, cada uno a su ciudad, 7los cuales vinieron con Zorobabel, Jes&#250;a, Nehem&#237;as, Azar&#237;as, Raam&#237;as, Nahamani, Mardoqueo, Bils&#225;n, Misperet, Bigvai, Nehum y Baana. El n&#250;mero de los varones del pueblo de Israel: 8Los hijos de Paros, dos mil ciento setenta y dos. 9Los hijos de Sefat&#237;as, trescientos setenta y dos. 10Los hijos de Ara, seiscientos cincuenta y dos. 11Los hijos de Pahat-moab, de los hijos de Jes&#250;a y de Joab, dos mil ochocientos dieciocho. 12Los hijos de Elam, mil doscientos cincuenta y cuatro. 13Los hijos de Zatu, ochocientos cuarenta y cinco. 14Los hijos de Zacai, setecientos sesenta. 15Los hijos de Bin&#250;i, seiscientos cuarenta y ocho. 16Los hijos de Bebai, seiscientos veintiocho. 17Los hijos de Azgad, dos mil seiscientos veintid&#243;s. 18Los hijos de Adonicam, seiscientos sesenta y siete. 19Los hijos de Bigvai, dos mil sesenta y siete. 20Los hijos de Ad&#237;n, seiscientos cincuenta y cinco. 21Los hijos de Ater, de Ezequ&#237;as, noventa y ocho. 22Los hijos de Hasum, trescientos veintiocho. 23Los hijos de Bezai, trescientos veinticuatro. 24Los hijos de Harif, ciento doce. 25Los hijos de Gaba&#243;n, noventa y cinco. 26Los varones de Bel&#233;n y de Netofa, ciento ochenta y ocho. 27Los varones de Anatot, ciento veintiocho. 28Los varones de Bet-azmavet, cuarenta y dos. 29Los varones de Quiriat-jearim, Cafira y Beerot, setecientos cuarenta y tres. 30Los varones de Ram&#225; y de Geba, seiscientos veintiuno. 31Los varones de Micmas, ciento veintid&#243;s. 32Los varones de Bet-el y de Hai, ciento veintitr&#233;s. 33Los varones del otro Nebo, cincuenta y dos. 34Los hijos del otro Elam, mil doscientos cincuenta y cuatro. 35Los hijos de Harim, trescientos veinte. 36Los hijos de Jeric&#243;, trescientos cuarenta y cinco. 37Los hijos de Lod, Hadid y Ono, setecientos veintiuno. 38Los hijos de Senaa, tres mil novecientos treinta.</div><div class="p"> 39Sacerdotes: los hijos de Jeda&#237;as, de la casa de Jes&#250;a, novecientos setenta y tres. 40Los hijos de Imer, mil cincuenta y dos. 41Los hijos de Pasur, mil doscientos cuarenta y siete. 42Los hijos de Harim, mil diecisiete.</div><div class="p"> 43Levitas: los hijos de Jes&#250;a, de Cadmiel, de los hijos de Hodav&#237;as, setenta y cuatro.</div><div class="p"> 44Cantores: los hijos de Asaf, ciento cuarenta y ocho.</div><div class="p"> 45Porteros: Los hijos de Salum, los hijos de Ater, los hijos de Talm&#243;n, los hijos de Acub, los hijos de Hatita y los hijos de Sobai, ciento treinta y ocho.</div><div class="p"> 46Sirvientes del templo: los hijos de Ziha, los hijos de Hasufa, los hijos de Tabaot, 47los hijos de Queros, los hijos de Siaha, los hijos de Pad&#243;n, 48los hijos de Lebana, los hijos de Hagaba, los hijos de Salmai, 49los hijos de Han&#225;n, los hijos de Gidel, los hijos de Gahar, 50los hijos de Rea&#237;a, los hijos de Rez&#237;n, los hijos de Necoda, 51los hijos de Gazam, los hijos de Uza, los hijos de Paseah, 52los hijos de Besai, los hijos de Mehunim, los hijos de Nefisesim, 53los hijos de Bacbuc, los hijos de Hacufa, los hijos de Harhur, 54los hijos de Bazlut, los hijos de Meh&#237;da, los hijos de Harsa, 55los hijos de Barcos, los hijos de S&#237;sara, los hijos de Tema, 56los hijos de Nez&#237;a, y los hijos de Hatifa.</div><div class="p"> 57Los hijos de los siervos de Salom&#243;n: los hijos de Sotai, los hijos de Soferet, los hijos de Perida, 58los hijos de Jaala, los hijos de Darc&#243;n, los hijos de Gidel, 59los hijos de Sefat&#237;as, los hijos de Hatil, los hijos de Poqueret-hazebaim, los hijos de Am&#243;n. 60Todos los sirvientes del templo e hijos de los siervos de Salom&#243;n, trescientos noventa y dos. 61Y estos son los que subieron de Tel-mela, Tel-harsa, Querub, Ad&#243;n e Imer, los cuales no pudieron mostrar la casa de sus padres, ni su genealog&#237;a, si eran de Israel: 62los hijos de Dela&#237;a, los hijos de Tob&#237;as y los hijos de Necoda, seiscientos cuarenta y dos.</div><div class="p"> 63Y de los sacerdotes: los hijos de Haba&#237;a, los hijos de Cos y los hijos de Barzilai, el cual tom&#243; mujer de las hijas de Barzilai galaadita, y se llam&#243; del nombre de ellas. 64Estos buscaron su registro de genealog&#237;as, y no se hall&#243;; y fueron excluidos del sacerdocio, 65y les dijo el gobernador que no comiesen de las cosas m&#225;s santas, hasta que hubiese sacerdote con Urim y Tumim.#Ex. 28.30; Dt. 33.8.</div><div class="p"> 66Toda la congregaci&#243;n junta era de cuarenta y dos mil trescientos sesenta, 67sin sus siervos y siervas, que eran siete mil trescientos treinta y siete; y entre ellos hab&#237;a doscientos cuarenta y cinco cantores y cantoras. 68Sus caballos, setecientos treinta y seis; sus mulos, doscientos cuarenta y cinco; 69camellos, cuatrocientos treinta y cinco; asnos, seis mil setecientos veinte.</div><div class="p"> 70Y algunos de los cabezas de familias dieron ofrendas para la obra. El gobernador dio para el tesoro mil dracmas de oro, cincuenta tazones, y quinientas treinta vestiduras sacerdotales. 71Los cabezas de familias dieron para el tesoro de la obra veinte mil dracmas de oro y dos mil doscientas libras de plata. 72Y el resto del pueblo dio veinte mil dracmas de oro, dos mil libras de plata, y sesenta y siete vestiduras sacerdotales. 73Y habitaron los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, los del pueblo, los sirvientes del templo y todo Israel, en sus ciudades.#1 Cr. 9.2; Neh. 11.3.</div><div class="s">Esdras lee la ley al pueblo</div><div class="p">Venido el mes s&#233;ptimo, los hijos de Israel estaban en sus ciudades;</div>
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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

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 <div class="book bkNEH">
 <div class="chapter ch8" data-usfm="NEH.8">
 <div class="label">8</div><div class="nb"> 1y se junt&#243; todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que est&#225; delante de la puerta de las Aguas, y dijeron a Esdras el escriba que trajese el libro de la ley de Mois&#233;s, la cual Jehov&#225; hab&#237;a dado a Israel. 2Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la congregaci&#243;n, as&#237; de hombres como de mujeres y de todos los que pod&#237;an entender, el primer d&#237;a del mes s&#233;ptimo. 3Y ley&#243; en el libro delante de la plaza que est&#225; delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediod&#237;a, en presencia de hombres y mujeres y de todos los que pod&#237;an entender; y los o&#237;dos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley. 4Y el escriba Esdras estaba sobre un p&#250;lpito de madera que hab&#237;an hecho para ello, y junto a &#233;l estaban Matat&#237;as, Sema, An&#237;as, Ur&#237;as, Hilc&#237;as y Maas&#237;as a su mano derecha; y a su mano izquierda, Peda&#237;as, Misael, Malqu&#237;as, Hasum, Hasbadana, Zacar&#237;as y Mesulam. 5Abri&#243;, pues, Esdras el libro a ojos de todo el pueblo, porque estaba m&#225;s alto que todo el pueblo; y cuando lo abri&#243;, todo el pueblo estuvo atento. 6Bendijo entonces Esdras a Jehov&#225;, Dios grande. Y todo el pueblo respondi&#243;: &#161;Am&#233;n! &#161;Am&#233;n! alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehov&#225; inclinados a tierra. 7Y los levitas Jes&#250;a, Bani, Sereb&#237;as, Jam&#237;n, Acub, Sabetai, Hod&#237;as, Maas&#237;as, Kelita, Azar&#237;as, Jozabed, Han&#225;n y Pela&#237;a, hac&#237;an entender al pueblo la ley; y el pueblo estaba atento en su lugar. 8Y le&#237;an en el libro de la ley de Dios claramente, y pon&#237;an el sentido, de modo que entendiesen la lectura.</div><div class="p"> 9Y Nehem&#237;as el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hac&#237;an entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo: D&#237;a santo es a Jehov&#225; nuestro Dios; no os entristezc&#225;is, ni llor&#233;is; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley. 10Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque d&#237;a santo es a nuestro Se&#241;or; no os entristezc&#225;is, porque el gozo de Jehov&#225; es vuestra fuerza. 11Los levitas, pues, hac&#237;an callar a todo el pueblo, diciendo: Callad, porque es d&#237;a santo, y no os entristezc&#225;is. 12Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a obsequiar porciones, y a gozar de grande alegr&#237;a, porque hab&#237;an entendido las palabras que les hab&#237;an ense&#241;ado.</div><div class="p"> 13Al d&#237;a siguiente se reunieron los cabezas de las familias de todo el pueblo, sacerdotes y levitas, a Esdras el escriba, para entender las palabras de la ley. 14Y hallaron escrito en la ley que Jehov&#225; hab&#237;a mandado por mano de Mois&#233;s, que habitasen los hijos de Israel en tabern&#225;culos en la fiesta solemne del mes s&#233;ptimo; 15y que hiciesen saber, y pasar preg&#243;n por todas sus ciudades y por Jerusal&#233;n, diciendo: Salid al monte, y traed ramas de olivo, de olivo silvestre, de array&#225;n, de palmeras y de todo &#225;rbol frondoso, para hacer tabern&#225;culos, como est&#225; escrito.#Lv. 23.33-36,39-43; Dt. 16.13-15.</div><div class="p"> 16Sali&#243;, pues, el pueblo, y trajeron ramas e hicieron tabern&#225;culos, cada uno sobre su terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Efra&#237;n. 17Y toda la congregaci&#243;n que volvi&#243; de la cautividad hizo tabern&#225;culos, y en tabern&#225;culos habit&#243;; porque desde los d&#237;as de Josu&#233; hijo de Nun hasta aquel d&#237;a, no hab&#237;an hecho as&#237; los hijos de Israel. Y hubo alegr&#237;a muy grande. 18Y ley&#243; Esdras en el libro de la ley de Dios cada d&#237;a, desde el primer d&#237;a hasta el &#250;ltimo; e hicieron la fiesta solemne por siete d&#237;as, y el octavo d&#237;a fue de solemne asamblea, seg&#250;n el rito.</div>
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 <div class="book bkNEH">
 <div class="chapter ch9" data-usfm="NEH.9">
 <div class="label">9</div><div class="s">Esdras confiesa los pecados de Israel</div><div class="p"> 1El d&#237;a veinticuatro del mismo mes se reunieron los hijos de Israel en ayuno, y con cilicio y tierra sobre s&#237;. 2Y ya se hab&#237;a apartado la descendencia de Israel de todos los extranjeros; y estando en pie, confesaron sus pecados, y las iniquidades de sus padres. 3Y puestos de pie en su lugar, leyeron el libro de la ley de Jehov&#225; su Dios la cuarta parte del d&#237;a, y la cuarta parte confesaron sus pecados y adoraron a Jehov&#225; su Dios.</div><div class="p"> 4Luego se levantaron sobre la grada de los levitas, Jes&#250;a, Bani, Cadmiel, Seban&#237;as, Buni, Sereb&#237;as, Bani y Quenani, y clamaron en voz alta a Jehov&#225; su Dios. 5Y dijeron los levitas Jes&#250;a, Cadmiel, Bani, Hasabn&#237;as, Sereb&#237;as, Hod&#237;as, Seban&#237;as y Peta&#237;as: Levantaos, bendecid a Jehov&#225; vuestro Dios desde la eternidad hasta la eternidad; y bend&#237;gase el nombre tuyo, glorioso y alto sobre toda bendici&#243;n y alabanza. 6T&#250; solo eres Jehov&#225;; t&#250; hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ej&#233;rcito, la tierra y todo lo que est&#225; en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y t&#250; vivificas todas estas cosas, y los ej&#233;rcitos de los cielos te adoran. 7T&#250; eres, oh Jehov&#225;, el Dios que escogiste a Abram, y lo sacaste de Ur de los caldeos,#Gn. 12.1. y le pusiste el nombre Abraham;#Gn. 17.5. 8y hallaste fiel su coraz&#243;n delante de ti, e hiciste pacto con &#233;l para darle la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del gergeseo,#Gn. 15.18-21. para darla a su descendencia; y cumpliste tu palabra, porque eres justo. 9Y miraste la aflicci&#243;n de nuestros padres en Egipto,#Ex. 3.7. y o&#237;ste el clamor de ellos en el Mar Rojo;#Ex. 14.10-12. 10e hiciste se&#241;ales y maravillas contra Fara&#243;n, contra todos sus siervos, y contra todo el pueblo de su tierra,#Ex. 7.8&#8212;12.32. porque sab&#237;as que hab&#237;an procedido con soberbia contra ellos; y te hiciste nombre grande, como en este d&#237;a.</div><div class="p"> 11Dividiste el mar delante de ellos, y pasaron por medio de &#233;l en seco;#Ex. 14.21-29. y a sus perseguidores echaste en las profundidades, como una piedra en profundas aguas.#Ex. 15.4-5. 12Con columna de nube los guiaste de d&#237;a, y con columna de fuego de noche, para alumbrarles el camino por donde hab&#237;an de ir.#Ex. 13.21-22. 13Y sobre el monte de Sina&#237; descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos, 14y les ordenaste el d&#237;a de reposo#9.14 Aqu&#237; equivale a s&#225;bado. santo para ti, y por mano de Mois&#233;s tu siervo les prescribiste mandamientos, estatutos y la ley.#Ex. 19.18&#8212;23.33. 15Les diste pan del cielo en su hambre,#Ex. 16.4-15. y en su sed les sacaste aguas de la pe&#241;a;#Ex. 17.1-7. y les dijiste que entrasen a poseer la tierra, por la cual alzaste tu mano y juraste que se la dar&#237;as.#Dt. 1.21. 16Mas ellos y nuestros padres fueron soberbios, y endurecieron su cerviz, y no escucharon tus mandamientos. 17No quisieron o&#237;r, ni se acordaron de tus maravillas que hab&#237;as hecho con ellos; antes endurecieron su cerviz, y en su rebeli&#243;n pensaron poner caudillo para volverse a su servidumbre.#Nm. 14.1-4; Dt. 1.26-33. Pero t&#250; eres Dios que perdonas, clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia,#Ex. 34.6; Nm. 14.18. porque no los abandonaste. 18Adem&#225;s, cuando hicieron para s&#237; becerro de fundici&#243;n y dijeron: Este es tu Dios que te hizo subir de Egipto;#Ex. 32.1-4. y cometieron grandes abominaciones, 19t&#250;, con todo, por tus muchas misericordias no los abandonaste en el desierto. La columna de nube no se apart&#243; de ellos de d&#237;a, para guiarlos por el camino, ni de noche la columna de fuego, para alumbrarles el camino por el cual hab&#237;an de ir. 20Y enviaste tu buen Esp&#237;ritu para ense&#241;arles, y no retiraste tu man&#225; de su boca, y agua les diste para su sed. 21Los sustentaste cuarenta a&#241;os en el desierto; de ninguna cosa tuvieron necesidad; sus vestidos no se envejecieron, ni se hincharon sus pies.#Dt. 8.2-4. 22Y les diste reinos y pueblos, y los repartiste por distritos; y poseyeron la tierra de Seh&#243;n, la tierra del rey de Hesb&#243;n, y la tierra de Og rey de Bas&#225;n.#Nm. 21.21-35. 23Multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo,#Gn. 15.5; 22.17. y los llevaste a la tierra de la cual hab&#237;as dicho a sus padres que hab&#237;an de entrar a poseerla.#Jos. 3.14-17. 24Y los hijos vinieron y poseyeron la tierra, y humillaste delante de ellos a los moradores del pa&#237;s, a los cananeos, los cuales entregaste en su mano, y a sus reyes, y a los pueblos de la tierra, para que hiciesen de ellos como quisieran.#Jos. 11.23. 25Y tomaron ciudades fortificadas y tierra f&#233;rtil, y heredaron casas llenas de todo bien, cisternas hechas, vi&#241;as y olivares, y muchos &#225;rboles frutales; comieron, se saciaron, y se deleitaron en tu gran bondad.#Dt. 6.10-11. 26Pero te provocaron a ira, y se rebelaron contra ti, y echaron tu ley tras sus espaldas, y mataron a tus profetas que protestaban contra ellos para convertirlos a ti, e hicieron grandes abominaciones.</div><div class="p"> 27Entonces los entregaste en mano de sus enemigos, los cuales los afligieron. Pero en el tiempo de su tribulaci&#243;n clamaron a ti, y t&#250; desde los cielos los o&#237;ste; y seg&#250;n tu gran misericordia les enviaste libertadores para que los salvasen de mano de sus enemigos. 28Pero una vez que ten&#237;an paz, volv&#237;an a hacer lo malo delante de ti, por lo cual los abandonaste en mano de sus enemigos que los dominaron; pero volv&#237;an y clamaban otra vez a ti, y t&#250; desde los cielos los o&#237;as y seg&#250;n tus misericordias muchas veces los libraste.#Jue. 2.11-16. 29Les amonestaste a que se volviesen a tu ley; mas ellos se llenaron de soberbia, y no oyeron tus mandamientos, sino que pecaron contra tus juicios, los cuales si el hombre hiciere, en ellos vivir&#225;;#Lv. 18.5. se rebelaron, endurecieron su cerviz, y no escucharon. 30Les soportaste por muchos a&#241;os, y les testificaste con tu Esp&#237;ritu por medio de tus profetas, pero no escucharon;#2 R. 17.13-18; 2 Cr. 36.15-16. por lo cual los entregaste en mano de los pueblos de la tierra. 31Mas por tus muchas misericordias no los consumiste, ni los desamparaste; porque eres Dios clemente y misericordioso. 32Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, fuerte, temible, que guardas el pacto y la misericordia, no sea tenido en poco delante de ti todo el sufrimiento que ha alcanzado a nuestros reyes, a nuestros pr&#237;ncipes, a nuestros sacerdotes, a nuestros profetas, a nuestros padres y a todo tu pueblo, desde los d&#237;as de los reyes de Asiria#2 R. 15.19,29; 17.3-6; Esd. 4.2,10. hasta este d&#237;a. 33Pero t&#250; eres justo en todo lo que ha venido sobre nosotros; porque rectamente has hecho, mas nosotros hemos hecho lo malo. 34Nuestros reyes, nuestros pr&#237;ncipes, nuestros sacerdotes y nuestros padres no pusieron por obra tu ley, ni atendieron a tus mandamientos y a tus testimonios con que les amonestabas. 35Y ellos en su reino y en tu mucho bien que les diste, y en la tierra espaciosa y f&#233;rtil que entregaste delante de ellos, no te sirvieron, ni se convirtieron de sus malas obras. 36He aqu&#237; que hoy somos siervos; henos aqu&#237;, siervos en la tierra que diste a nuestros padres para que comiesen su fruto y su bien. 37Y se multiplica su fruto para los reyes que has puesto sobre nosotros por nuestros pecados, quienes se ense&#241;orean sobre nuestros cuerpos, y sobre nuestros ganados, conforme a su voluntad, y estamos en grande angustia.</div><div class="s">Pacto del pueblo, de guardar la ley</div><div class="p"> 38A causa, pues, de todo esto, nosotros hacemos fiel promesa, y la escribimos, firmada por nuestros pr&#237;ncipes, por nuestros levitas y por nuestros sacerdotes.</div>
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