La Gran HistoriaMuestra

Nuestro estudio comenzó haciendo mención de que todas las Escrituras son inspiradas por Dios, de modo que no hay una porción más importante que la otra. Lo “nuevo” no reemplaza lo “viejo”. Dios no tiene “Plan B”, hay una sola historia y el Nuevo Testamento esta intrínsecamente conectado con Moisés, los Escritos y los Profetas. Tal es su conexión que el primer versículo del Nuevo Testamento inicia haciendo referencias que solo pueden comprenderse a la luz de los pactos hechos en la Gran Historia de Dios – “Libro de la genealogía de Jesús el Mesías, hijo de David, hijo de Abraham” (Mt1:1).

Durante la conversación del ángel Gabriel con María podemos ver la continuidad de la Gran Historia en la persona de Jesús. Al describir el ángel el milagro de la concepción le indica a María el nombre del niño “Yeshua” (Jesús en hebreo; nombre que fonéticamente suena casi idéntico a la palabra “salvación - yeshu´ah”) pero también le dice claramente que ese niño será “Grande”, será “Hijo del Altísimo” (Hijo de Dios) y recibiría el trono de Su Padre David.

Capitulo 2 del Evangelio de Lucas dice que José y María viajaron a Belén (la ciudad de David) para el censo y estando ahí “LLEGÓ EL MOMENTO PARA QUE NACIERA EL BEBÉ ” (v.6).

¿Llegó el momento del alumbramiento? Sí, pero no solo eso, llegó el momento que toda la creación ha esperado por generaciones, llegó el momento en que la simiente de le mujer que aplastaría a la serpiente naciera, llegó el momento en que el Cordero prometido Abraham llegaría, Aquel que Moisés anunció que vendría, llegó el momento en que la simiente de David llegaría, llegó el momento que marcaría la historia de la humanidad con un antes y un después. El Mesías Prometido, la gloria de Israel y la luz de Dios a las naciones ha llegado. Dios con nosotros. ¡Aleluya!