Levantándome Cuando Ya No Quiero Seguir LuchandoMuestra

Recordando lo bueno que Dios ha sido en el pasado

Somos propensos a olvidar las cosas buenas, cuando las emociones del momento presente, ponen nuestro enfoque en eso que estamos atravesando.

En un artículo que leí hace un tiempo, acerca del recuerdo y el olvido; decía que aquellas cosas que nos emocionan, nunca se nos olvidan. Y cuando hablamos de emociones, no hablamos solamente de las emociones que nos provocan alegría, sino también tristeza.

Es por eso que nunca olvidamos ese primer beso, esa graduación después de muchos años de estudio, nuestra boda… o un divorcio. El nacimiento de un hijo, la muerte de un familiar, o ese accidente que tuvimos hace muchos años. Todas esas cosas, permanecerán en nuestros recuerdos, para siempre.

Pero también, en otra parte del artículo decía, que muchas veces los recuerdos existen, pero no los tenemos accesibles en nuestra memoria, debido a un estado fisiológico del cuerpo, o por alguna situación externa actual (Llámese, un problema).

Y es que recordar las cosas buenas que Dios ha hecho por nosotros en el pasado, nos da la certeza, de que si ya lo hizo en el pasado, lo volverá a hacer en el presente y eso nos fortalece para levantarnos, cuando ya no queremos seguir luchando. ¿Pero qué pasa si nos olvidamos de lo bueno que ha sido Dios anteriormente?

En el libro de Josué, vemos el relato de cuando el pueblo de Israel se encontraba tan cerca de la Tierra Prometida, que lo único que los separaba de ella era el río Jordán. Cuando los sacerdotes que llevaban el Arca del Pacto de Dios, pusieron la planta de sus pies sobre las aguas del río, este dejó de fluir aguas arriba y se hizo una pared de agua mientras todo el pueblo de Israel pasó en seco hasta llegar a la tierra prometida.

Lo interesante de esto es que luego de cruzar, Dios dijo a Josué que tomaran doce piedras del medio del río Jordán, por donde transitaron. ¿Y para qué piedras?, Dios le dijo: “Las usaremos para levantar un monumento conmemorativo. En el futuro, sus hijos les preguntarán: “¿Qué significan estas piedras?”. Y ustedes podrán decirles: “Nos recuerdan que el río Jordán dejó de fluir cuando el arca del pacto del Señor cruzó por allí”. Esas piedras quedarán como un recordatorio en el pueblo de Israel para siempre”.

¿Atraviesas por un momento difícil en este momento? Te invito a que busques en el baúl de tus recuerdos, que cosas buenas ha hecho Dios para con tu vida, en el pasado.