La Falta De Dominio PropioMuestra
Es cuestión de disciplinar nuestras emociones
El Apóstol Pedro escribió: “Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe, virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor”.
Nota la intencionalidad de Pedro al escribir que hay que poner diligencia a la hora de hablar sobre dominio propio. Y es que La RAE define a la persona diligente, como alguien que está presto a actuar. Es decir, actuar, más que hablar… Y en esta parte me identifico, ya que me he encontrado muchas veces, tragando saliva, y conteniendo mis labios, para no decir, algo de lo que después me tenga que arrepentir.
En otras palabras, me trago la cólera en el momento en que tengo que hacerlo, y ya luego, con la mente más fría, busco resolver aquello que me molestó. ¿Te imaginas si cada vez que me molesto, me suelto a decir cualquier cosa que se me ocurra? ¿Cuándo entonces podre decir que tengo autocontrol de mis emociones? Tengo que ser diligente a la hora de controlarlas. Como escribió el Apóstol Pablo: “Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo mismo quede descalificado”.
Volviendo al versículo de Pedro, notemos el orden en que lo escribió. Es decir, primero viene la fe, posteriormente, esta fe, produce virtud, que a su vez trae el conocimiento, y el dominio propio, para ya luego, producir… paciencia.
¿Qué significa todo esto? Con la fe creemos que Dios ve nuestros actos y nos juzgará por ellos. Esta fe produce virtud, que es “la cualidad humana de quien se caracteriza por obrar bien y correctamente”. Es decir, sin fe en la Palabra de Dios, nunca sabremos obrar el bien que Dios quiere que hagamos hacia los demás.
¿Qué sigue a la virtud? El conocimiento de la verdad… La única forma como conoceremos a Dios es poniendo en práctica Su Palabra… No es lo mismo creer en Dios, que conocerle. Una vez conocemos la verdad… Obtenemos dominio propio o “autocontrol”, el cual, a su vez, producirá paciencia, ya que sin dominio propio, ¿Cómo podemos decir que somos pacientes cuando nuestras emociones nos dominan, al no salir las cosas, como queremos?
Es decir, para hacer el bien, es necesario entrenarnos con disciplina. Cerrando la boca, cuando debemos cerrarla, amando, cuando es lo que menos queremos hacer, esperando, cuando no queremos esperar, etc. No es solamente decir que quieres hacerlo, se trata de ponerlo en práctica.
Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Eres una persona impulsiva a quien le cuesta controlar sus impulsos y emociones? La Biblia compara a una persona con ausencia de dominio propio o autocontrol, con una ciudad que es invadida y destruida por sus enemigos. ¿Qué podemos hacer para mejorar esta parte de nuestras vidas?
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Nos gustaría agradecer a Andy Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.youtube.com/afigueroa1973/videos