Adviento en familia de Infinitum: Semana 2Muestra

La generosidad se parece a una invitación y a una bienvenida

Cierra los ojos durante unos instantes y activa tu imaginación...

Imagina a alguien a quien te gustaría abrazar, el tipo de abrazo que es cálido y seguro y que se siente como "en casa" (no tiene que ser un miembro de la familia).

Ahora imagina que extiendes tus brazos lo suficiente como para incluir a esa persona Y a todo su círculo de amigos. Tómate el tiempo de imaginar las caras de esas personas: ¿están sonriendo? ¿Les gusta que los hayan invitado a un abrazo en grupo? Si alguien que imaginas se siente tímido ante un abrazo grupal, usa tu imaginación para visualizar que se anima a la idea y se entusiasma con ella.

Deja que tu imaginación se extienda para ver a estas personas invitando a todo el vecindario a este abrazo de grupo. ¡Incluso a los desconocidos! ¡Incluso a extraños malhumorados! Utiliza el ojo de tu mente para recorrer la multitud que se está reuniendo. Imagínatelos sorprendidos por la invitación a un abrazo. Imagina a las personas mayores y a los niños pequeños. Imagina a algunas personas muy emocionadas y a otras un poco indecisas. Observa cómo responden las diferentes personas al recibir la invitación a este grupo cariñoso. Y luego imagina que tus brazos son lo suficientemente largos como para rodearlos a TODOS.

Buen trabajo. ¡Ese fue un uso fantástico de tu imaginación!

Jesús vino a amar al mundo. Al mundo entero. Toda la gente en todos los libros de historia en todos los países del mundo, Él los abraza a todos. Ese bebé en un pesebre (Jesús) ya tenía un gran corazón para abrazar al mundo entero.

Increíble, ¿verdad?

Dios es nuestro papá... ¡ese corazón está en nuestro diseño! ¡Tu corazón!

Entonces... ¿qué actos sencillos podrías hacer para demostrar al mundo una generosidad que se parezca al tipo de "bienvenida" de Jesús? ¿O tal vez tienes una invitación parecida a la de Jesús para dar a alguien?