La jugada perfectaMuestra
Barrido
Los aficionados del fútbol saben que el barrido lo ejecuta un defensor que, normalmente, viene por el costado, se arroja al suelo y se desliza con un pie hacia delante, para intentar quitarle la pelota a un delantero. Esta jugada siempre conlleva contacto físico, y el jugador de ataque cae invariablemente sobre el defensor.
Algunos consideran que es peligroso, y citan estadísticas que afirman que los barridos son responsables de un cuarto de las lesiones futbolísticas. Pero otros argumentan que, cuando se ejecuta bien, es una de las maneras más eficaces de detener un ataque.
Desde el principio, el pecado ha dominado la humanidad. Utiliza nuestros deseos y trae sufrimientos indecibles, y por último, la muerte para todos («y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte», Santiago 1:15). Pero, hace dos milenios, en una maniobra de alto riesgo, el cielo le hizo un «barrido» al pecado y le quitó el poder para condenarnos a la muerte. Jesús, el Hijo de Dios, literalmente fue al «suelo»: dejó el cielo y vino a la tierra para hacer la voluntad del Padre. Se transformó en hombre y murió en la cruz en nuestro lugar.
La muerte del que no tenía pecado pagó nuestra deuda por completo. Para los que creen, la muerte ya no es una amenaza. Jesús los liberó y les dio vida eterna. ¡Qué perfecto «barrido», que detuvo en seco al pecado!
Escrituras
Acerca de este Plan
Tantas veces nos sentimos maravillados al escuchar las historias de competidores que, de las profundidades de sus derrotas anteriores, superaron grandes desventajas y alcanzaron el éxito. Cada uno, al competir, puede experimentar ese sentimiento de confianza y superación, ya sea en los deportes, en la vida o en su interior.
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Nos gustaría agradecer a Our Daily Bread por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://nuestropandiario.org/