Motivación para la MisiónMuestra

Motivación para la Misión

El entusiasmo lleva naturalmente a compartir. Piensa en lo rápido que compartimos memes divertidos y las mejores series de Netflix; una vez que experimentamos algo genial, estamos ansiosos por que nuestros amigos también lo experimenten.

Conocer a Jesús es así, multiplicado por un millón. Vemos un mundo herido y quebrantado, y sabemos que hay esperanza porque nosotros mismos hemos experimentado el asombroso amor de Dios.

Una vez que hemos confiado en Jesús y experimentado el perdón de nuestros pecados y la promesa de la vida eterna, queremos que otros también lo experimenten. Queremos que todos conozcan la libertad y el gozo que viene con conocer a Dios, comenzando ahora y extendiéndose hasta la eternidad.

Compartir en la misión de Dios no es solo para pastores y misioneros de tiempo completo con títulos en teología. Es para cualquiera que conozca a Dios. Eso es porque conocer a Dios debería llenarnos de pasión para que otros también lo conozcan, en esta vida y en la próxima.

Preguntas de reflexión:

• ¿Por qué Pablo estaba tan apasionado por compartir el Evangelio? ¿Cómo puedes aumentar tu pasión por ver a las personas llegar a conocer a Jesús?
• ¿Por qué crees que puede ser difícil compartir a Jesús con los demás? ¿Te frena el miedo al rechazo? ¿Cómo podrías superar ese miedo?

Piensa en las personas en tu vida (familia, escuela, equipos, etc.) que no conocen a Jesús. Tómate un tiempo para orar por ellos y pídele a Dios que te dé la oportunidad de compartir la diferencia que Jesús ha hecho en tu vida.