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Dios con nosotros: la esperanza futura

«Que el mundo se alegre... que cada corazón le prepare un lugar» (villancico).

La celebración de la Navidad gira alrededor de la idea de Adviento o llegada. Mientras nos preparamos para la mañana de la Navidad, podemos echarle una mirada a la expectación que el pueblo de Dios experimentó mientras esperaba al Mesías prometido.

La llegada del Mesías había sido predicha generaciones antes del nacimiento de Jesús. Cada israelita creció aprendiendo las profecías y esperando su cumplimiento, incluyendo a los pastores.

Imagina su asombro cuando de la nada se les apareció el ángel rodeado del resplandor de la gloria de Dios.

«No tengan miedo. Miren que les traigo asombrosas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. ¡Hoy ha nacido el Salvador! ¡Vayan y véanlo por ustedes mismos!» (paráfrasis).

Después de ver a las huestes celestiales y de encontrar al Mesías recién nacido, la alegría de los pastores se desbordó. Le dijeron a todos los que estaban dispuestos a escuchar, lo que había sucedido y lo que el ángel había dicho. Entonces, regresaron a sus rebaños glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído.

Su muy esperada esperanza se había hecho realidad.

Las Buenas Nuevas para los pastores son buenas noticias para nosotros. Nuestra esperanza futura del regreso de Jesús es tan segura como la realidad de Su nacimiento hace tanto tiempo. Así como los pastores se regocijaron de Su primera venida, nos regocijamos de que su regreso seguramente vendrá.

Este principio es enseñado en 1 Pedro, donde somos instados a soportar las pruebas de la vida con el futuro en mente. ¡No podemos ver a Jesús en la carne ahora, pero somos llenos de una alegría inefable y gloriosa mientras esperamos Su regreso! Este es el mismo corazón del Adviento: mirar hacia el pasado, al pesebre; y hacia adelante, al regreso del Mesías.

Reflexión

¿Cuál es la conexión entre mi esperanza futura en Jesús y la alegría disponible para mí para la vida diaria? En esta temporada, ¿cómo puedo preparar mi corazón para el regreso de Jesús al mismo tiempo de buscar Su presencia aquí y ahora?

Oración

Señor, gracias por esta temporada que me recuerda de manera tan vívida Tu primera llegada y que me señala hacia la certeza de Tu regreso. Ayúdame a buscarte en mi vida diaria mientras espero verte cara a cara.