Dios escuchaMuestra

Cada una de tus palabras es escuchada

"Entonces, Mike, ¿por qué eres pésimo en la oración?", preguntaron los locutores de radio. Estábamos discutiendo un libro que escribí con Mark Jeske, cuya introducción comenzaba con mi confesión: "Soy pésimo en la oración". Lo dije en serio. Yo oro. Solo que no oro tanto como me gustaría.

¿Te sientes bien con tu vida de oración? Una de las cosas más difíciles de las conversaciones con Dios es que la oración parece tan desconectada de la vida. A veces oras por tu salud durante años pero nada cambia. A veces apenas oras y todo cambia. Ir a la iglesia a menudo te da un impulso de sabiduría, y escuchar música de adoración puede levantarte el ánimo instantáneamente, pero la oración rara vez tiene ese impacto inmediato.

Tal vez por eso Dios envió un ángel para comunicarle esta buena noticia a Zacarías, el futuro padre de Juan el Bautista: “No temas, Zacarías; vuestra oración ha sido escuchada” (Lucas 1:13). Esa última frase se me quedó grabada. El ángel no dijo que “las oraciones de algunas personas son escuchadas” o que “su oración podría ser escuchada si Dios encuentra el tiempo”. ¡No! “Tu oración”, la cosa específica por la que oró personalmente Zacarías, “ha sido escuchada”. Llegó a los oídos y al corazón de Dios en el momento en que lo oró.

Esas son buenas noticias para las personas que son pésimas orando. Cuando oras en el nombre de Jesús, se escucha cada palabra. No tengas miedo de que tu oración no esté funcionando. Lo está. Siempre. Ora hoy, porque un día verás que Dios estaba escuchando cada una de tus palabras.