Una Mujer SabiaMuestra

Una mujer serena

Imagínate la escena, multitud de soldados alrededor de los muros dispuestos a entrar a como dé lugar; habitantes de la ciudad aterrados. Podría suceder cualquier evento catastrófico. Y terminar en daños irreparables de vidas inocentes y la ciudad destruida. En medio de toda la algarabía una mujer corre dentro del tumulto y se acerca dando voces fuertes. ¡Oíd! ¡Escuchad os ruego! Esto último como una petición firme de vida o muerte.

Guiada por el mismo Dios, para pedir clemencia no solo por ella y su familia, sino por toda la ciudad. Aquí en 2 Samuel 20:16 se menciona lo siguiente: “Entonces una mujer sabia dio voces en la ciudad, diciendo: Oíd, oíd; os ruego que digáis a Joab que venga acá, para que yo hablé con él”.

Cuando escuchamos lo hacemos con todos los sentidos, y estos soldados tuvieron que haber visto algo más que a una simple mujer sin nombre que les hacia una solicitud en medio de aquellas horas de tensión.

Ellos vieron a mi parecer:

1. Sabiduría.
2. Valentía.
3. Osadía.
4. Serenidad.

Así como lo lees, porque si ella les hablaba groseramente y alterada, mínimo la tomaban prisionera, solo por desacato de autoridad. Respetaba a la autoridad. "El necio muestra enseguida su enojo, pero el prudente pasa por alto el insulto" (Proverbios 12:16).

Gran lección para cada mujer, que hablar más de la cuenta. Parece una cualidad que nos identifica rápidamente, podemos realizar solicitudes en medio de problemas donde nos encontramos o sentimos amenazadas nosotras o nuestros más cercanos, cargadas de palabras sin sentido y repitiendo alteradas lo mismo una y otra vez. Les habla la voz de la experiencia.

Esta mujer fue directo al grano, sin angustia, sin gritos que afectaran la integridad de los soldados y el suyo propio.

Reto:

Reflexiona en tus actitudes hacia otras personas al momento de solucionar los problemas. Lee los textos que acá te deje y pide a Dios te ayude a ser una mujer sabia y serena.