Alineando Tus Sentidos Con DiosMuestra

Sensibilidad al obrar de Dios

¡El tacto es una maravilla! Hay en realidad dos sistemas táctiles. Uno que nos ayuda en la ubicación, el movimiento y la fuerza del toque, que se conoce como tacto discriminativo. Y también está el sistema de toque emocional. El cual es medido por sensores especiales, estos envían información a una parte diferente del cerebro que es crucial para el relacionamiento entre individuos. Esto incluye los abrazos entre amigos, el tacto de un niño y su madre, entre otras experiencias.

No es sólo un tipo diferente de información que se transmite por los mismos sensores en la piel que te permiten sentir una moneda en tu bolsillo. Es un conjunto completamente diferente de sensores y fibras nerviosas “Los saludos que implican tocar, como apretones de manos, o los besos, pueden tener una influencia crítica en nuestras interacciones sociales”. Tocarse crea una conexión emocional entre la gente que es muy valiosa para crear cohesión.

"El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle,aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros" (Hechos 17:24-27 RVR 1960).

¿Podemos tocar a Dios? En verdad no, pero la Palabra de Dios nos desafía a desarrollar sensibilidad. El pasaje de hoy nos enseña tres verdades esperanzadoras:

1. Que no es la mano del hombre que hace el camino, sino es Dios mismo que toma la iniciativa.
2. Que este es el tiempo asignado por Dios mismo para encontrarlo, para relacionarnos con Él.
3. Que, aunque no sea palpando, le encontraremos porque Él está cerca, mucho más cerca de lo que puedas imaginar.

Preguntas guía:

1. Si este es el tiempo para encontrarle, ¿vas a dejar que Él te guíe?
2. ¿Te extenderás a Él?
3. ¿Qué te impide hacerlo?

“Haz una lista con esto, ora a Dios y actúa”.