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LA MENTE FRUCTIFERA
Si estudiamos la palabra nos encontraremos en algún momento el magnífico Salmo 119 en el cual obtenemos una visión detallada de la nueva relación del cristiano con la biblia la cual revela la mente de Cristo. En primer lugar, los creyentes vamos a desarrollar un amor inmenso por las escrituras, en segundo lugar, los creyentes tendremos el más profundo deseo de conocer la palabra de Dios como forma de conocer a Dios. “Me siento muy bien siguiendo tus mandamientos porque los amo. Prometo ser fiel a tus mandamientos; los amo y me dedicaré a seguir tus mandatos.” Salmos 119:47-48
En tercer lugar, conocer a Dios nos llevará a obedecerle “Cada día y para siempre, seguiré tus enseñanzas. Viviré tranquilo, porque me esfuerzo por seguir tus instrucciones.” Salmos 119:44-45
Tenemos que aprender a aprovechar unos de los recursos más ricos que Dios nos dejó el cual es su palabra. Meditar en ella, estudiarla, apuntar y enseñarla a otros. Es lo que Dios desea de nosotros. Meditar en sus estatutos y mandamientos nos abrirán el mundo espiritual y podremos entender lo que antes se nos era imposible con nuestra mente carnal.
Tanto es así que los cristianos necesitamos reciclar los pensamientos a través del fundamento de la palabra de Dios hasta empezar a pensar como Dios y como consecuencia a actuar de forma piadosa.
La palabra nos guía a cómo los creyentes debemos meditar y nos enseña tres ámbitos esenciales:
1. Dios “Sólo una cosa le pido al SEÑOR; esto es lo que más quiero: habitar en la casa del SEÑOR por el resto de mi vida. Así podré disfrutar del placer de estar junto al SEÑOR y visitarlo en su templo”. Salmos 27:4
2.La palabra de Dios “Repite siempre al pueblo las palabras del libro de la ley de Moisés. Práctica día y noche leyéndolo en voz baja, de manera que puedas obrar de acuerdo a lo escrito en él, para que te vaya bien y tengas éxito”. Josué 1:8
3.Las obras de Dios “Pero recuerdo todo lo que hiciste en tiempos pasados; pienso en todo lo que hiciste con tus manos". Salmos 143:5
Aprovechemos cada momento de nuestras vidas para llenarnos de su palabra para así poder tener la mente reformada y provechosa al servicio del reino.
Acerca de este Plan
La palabra de Dios alumbra nuestra mente y nos guía por caminos de rectitud para servir y honrar a Dios con nuestra vida en total plenitud, necesitamos orar para que Dios abra nuestro entendimiento a su palabra para poder comprender mediante su Santo Espíritu sus ordenanzas. La mente alumbrada es aquella en la que Dios se entrona y abre nuestros ojos y oídos a su voluntad.
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