Seis Días De Deleite en La Gloria De Dios Basado en «La Gloria De Dios», Nvi Biblia De Estudio, Teología Bíblica.Muestra
La gloria de Dios en la creación
Dios creó el mundo como un lugar donde pudiera ser conocido, servido, alabado y adorado; un lugar donde su gloria fuera manifestada y disfrutada. En este sentido, Dios creó el mundo como un templo cósmico. Lo que Él se propuso lograr al principio es lo que sucederá al final de todas las cosas. El cosmos es un templo asombroso y fabuloso, lleno de la sabiduría y la creatividad de Dios. En un huerto sagrado en este templo cósmico, Dios colocó una imagen de sí mismo. Esta imagen no estaba hecha de madera, ni de piedra, ni de oro, ni de plata, sino de carne y sangre. Los seres humanos, al igual que el templo cósmico del universo, irradian la gloria de Dios. El cuerpo humano es una obra maestra de ingeniería; el nacimiento es un misterio milagroso, y la misericordia y la justicia que los seres humanos pueden revelar en sus tratos entre sí es simultáneamente ligera y pesada, aguda y amplia, alta y profunda; de manera que refleja la misma gloria de Aquel cuya imagen portamos. La imagen del Dios real no es como las imágenes hechas por manos humanas idólatras que no pueden ver, ni oír, ni comer ni oler, sino que es un ser viviente capaz de pensamiento racional, de interacción relacional y de desarrollo creativo. Dios dotó a sus portadores de imagen con la capacidad de utilizar toda su fuerza en la misteriosa y exaltadora adoración de Aquel que los diseñó, que los sustenta y que los creó para sí mismo.
Oración:
Padre glorioso, gracias por la creación. Gracias porque el mundo despliega Tu sabiduría. Gracias por Jesús, el primogénito de toda creación, el sustentador de toda ella y su gobernante. Gracias por la promesa de que renovarás la creación. Por favor, ayúdame a atesorar Tu creación hoy, y a participar de ella con gratitud sin darle un mal uso.
Escrituras
Acerca de este Plan
Confiamos en la promesa de que «así como las aguas cubren los mares, así también se llenará la tierra del conocimiento de la gloria del SEÑOR» (Hab 2:14). Sin embargo, no tenemos que esperar a ese día futuro para pasar tiempo meditando y deleitándonos en la gloria de Dios. En este devocional, James Hamilton te guía por la Escritura y te permite detenerte y atesorar la gloria de Dios.
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