SacudiendoMuestra

Todos los días nos encontramos con personas que no conocemos. En la escuela, en la iglesia, en el centro comercial, en el supermercado, todos los días nos cruzamos con personas que son básicamente extrañas para nosotros. Y a menudo, ¡eso es todo lo que hacemos! Pues bien, Jesús también caminó entre personas que no conocía todos los días. Pero se tomaba el tiempo para detenerse, hacer contacto visual y prestar atención a las personas que se cruzaban en Su camino. Jesús se tomaba tiempo para ver realmente a las personas en Su vida, y eso hizo toda la diferencia.

A medida que transcurre tu vida esta semana, ora para que Dios te dé ojos para ver a las personas que te rodean. Nunca se sabe cuándo tendrás la oportunidad de compartir la alegría de Jesús con alguien con quien te encuentres esta Navidad.