Viviendo en El Reino De DiosMuestra

Vive el compromiso

Desde el principio Dios nos dio la promesa, también anexo un pacto, este pacto nos involucra como actores principales al ser llamados hijos de Dios; lo anterior se ve reflejado en la forma de vivir el compromiso. ¿Cuál sería este compromiso? ¿Cómo podemos vivir este compromiso?

Para establecer un compromiso deben existir por lo menos 2 partes que acuerdan pautas o condiciones a los cuales se comprometen a cumplir y algunas pautas o acciones a las que se comprometen no realizar, todo en beneficio de los acuerdos establecidos en el compromiso. El ejemplo más práctico es el matrimonio, en el que ambos, el esposo y la esposa se comprometen a amarse y respetarse, entre muchas otras cosas, hasta que la muerte los separe.

Dios mismo estableció un compromiso con nosotros al enviar a Su Hijo Jesús que, por medio de Su muerte en la cruz, nos acercó a Él al salvarnos y darnos vida, transformando nuestra manera de pensar con el fin de vivir en el Reino de Dios. Este compromiso nos atrae a pactar con Él un compromiso de por vida para ser cartas abiertas sobre la transformación y cambio de rumbo. Si, íbamos directo a una muerte eterna y ahora vivimos en el Reino de Dios eternamente.

En Genesis capitulo 17, Dios establece un pacto con Abraham en el que le pide que siempre sea obediente y que se porte con honradez. Dentro del compromiso, el establecer claramente lo que se espera de la otra parte es fundamental para el buen entendimiento. Dios le pide obediencia y honradez, dos cosas que solo se pueden demostrar con acciones.

Otro ejemplo de cumplir el compromiso lo vemos en el primer capítulo del libro de Hechos de los apóstoles, Jesús les ordenó que no salieran del lugar donde estaban hasta que recibieran el Espíritu Santo, si lo hacían, si cumplían en compromiso recibirían poder para realizar la encomienda que les hizo después de ir predicar el Evangelio a toda criatura y en todos lados.

En 1972 se realizó un experimento con malvaviscos o bombones en donde el psicólogo "Marshmallow" establecía un compromiso con niños en donde ellos deberían esperar en una sala con un malvavisco en un plato frente a ellos, durante 5 minutos, solos; si ellos se comprometían a no comérselo, la recompensa seria mayor, 2, 3 o hasta 5 malvaviscos. Aunque era un estudio para medir los impulsos, se demostró que los niños que cumplieron el compromiso de no comerlo desarrollaron la capacidad de cumplir con compromisos más grandes y significativos, como terminar sus estudios universitarios y lograr mejores posiciones laborales.

Dios nos pide compromisos simples, pero la recompensa es eterna. Miqueas 6:8 dice: "Oh hombre, Él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios". Jesús nos dice que ese compromiso no es difícil, que la carga es ligera. ¡Vivamos el compromiso todos los días, Él no está lejos! ¡Amén!