Una Maternidad Que Honre a DiosMuestra

Ana no quería la lástima de la gente, no quería hijos para su propio placer, ni para su propia satisfacción.

Un ejemplo que podemos ilustrar en el sentido financiero es que lo que Ana estaba proponiendo a Dios era como decir estamos en bancarrota económicamente pero quiero prosperar en esta área para dar todo el dinero que percibamos a la iglesia. Sin una doble intención en nuestro corazón.

¿Cuántas veces hemos orado para nuestro placer?

¿Es la intención de nuestro corazón recibir algo de Dios para entregarlo a Él nuevamente?

Somos desafiadas a pedir, porque Dios nos quiere dar. Pero necesitamos pedirle a Dios que tengamos un corazón puro, un corazón que no tenga intenciones egoístas sino la intención de glorificar a Dios.

¿Y esta es una área de lucha constante para nuestra maternidad: oraciones de ruego, oraciones de provisión, inteligencia; pero para qué o mejor dicho para quién?

Que nuestro corazón arda por el deseo de criar a nuestros hijos para honrar a Dios.