Vivir renovado: Atravesando el dueloMuestra

En el valle

El duelo es agotador. No importa si estamos enojados con el mundo, llorando sin parar, o usando cada gramo de nuestra fuerza para no perder la cabeza. El dolor consume tanta energía que hasta las tareas más simples pueden verse imposibles. En los momentos en que nos sentimos más agotados, podemos confiar en que Dios aún está con nosotros y quiere traernos descanso.

Estábamos de vacaciones familiares cuando mi papá falleció. En Estados Unidos, cuando estás fuera del estado, y alguien muere, hay un procedimiento el cual tienes que realizar para traerlo a casa, así que estuvimos atrapados en las vacaciones por un par de días más. Mi esposo y mi cuñado un día volvieron de pescar y quisieron mostrarnos un hermoso lugar que habían descubierto.

Aún recuerdo caminar hacia el borde de ese mirador y ver el valle más hermoso. Había un arroyo que corría a través de una frondosa vegetación hasta donde pude ver. Sentí la presencía de Dios en ese lugar. Me dio paz y consuelo mientras que vivía el luto por la perdida de mi papá.

Me acuerdo que el Salmo 23 que dice: “El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre. Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado".

Cuando pienso en lo que vi en ese mirador, la pradera verde y aquel arroyo pacífico no estaban en la cima de la colina. Estaban en el valle. En el mismo lugar que este Salmo nos dice que no temamos.

Nadie quiere caminar por el valle. Nadie quiere experimentar una pérdida. Nadie quiere vivir un duelo abrumador y aplastante. Pero cuando lo vivimos, no tenemos que sentir temor de enfrentar nuestro dolor porque Dios nos promete estar ahí con nosotros.

Cuando nos sentimos deprimidos y decaídos por nuestro duelo, Dios nos encuentra en el valle y nos ofrece refrigerio. Nos ayuda a encontrar descanso y reanima nuestras almas cansadas. El rellena nuestra copa hasta que está rebosante. Él es fiel para acompañarnos a atravesar incluso el valle más oscuro.

Si te sientes desgastado por tu duelo, vuélvete a Dios. Él nunca te dejará. Él está caminando contigo a través de este valle tenebroso, y está listo para darte descanso en todo momento que lo necesites.

Eso no significa que tu dolor se acabará al instante. Continuará yendo y viniendo, pero cuando descansas en Jesús, Él te dará la fuerza para este día. Y hará lo mismo por ti mañana y cada día hasta que te des cuenta que has pasado el valle. Hasta ese momento, ten la voluntad de sentarte con Jesús con tu dolor y apoyarte en Él para conseguir la paz que solo Él puede dar.

Jesús, gracias por caminar conmigo através de esta pérdida desoladora. Gracias por darme descanso cuando estoy agotado y no sé como continuar. Dame Tu paz. Renueva mi alma. Ayúdame a estar en Tu presencia y encontrar consuelo. Amén.