Más Que OrarMuestra

Construyendo Con Oración

La historia de Nehemías y la reconstrucción de los muros de Jerusalén tiene una riqueza poderosa y un simbolismo profundo para nosotros, acerca de la oración.

Encontramos a un simple copero recibiendo una noticia muy triste: "Sus compatriotas estaban en gran mal y afrenta, y los muros están derribados".. Al recibir semejante noticia Nehemías se conmovió en espíritu, porque los muros representaban la cobertura de Dios sobre Su pueblo y por lo tanto algo sagrado.

Alguien debía hacer algo, y lo primero que hizo entonces este hombre de Dios fue: una pausa. "No se movió, sino que se humilló". "Ayunó y oró al Dios de los cielos . Pues sólo Dios podía hacer algo en favor de su pueblo, solo Dios podría abrir las puertas para reconstruir los muros.

"¡¿Qué?!". "Estás perdiendo el tiempo". "El ora siempre y nada más" "Ella piensa que con oración se arregla todo jaja". ¿Puedes escuchar esas voces? ¿Te suenan conocidas? Quizás hasta rostros vienen a tu mente con cada frase negativa en contra de aquellos que hemos encontrado fortaleza en medio de la oración.

Piensa conmigo y con sinceridad. Te conoces perfectamente. A ver, al recibir tan triste noticia, ¿qué hubieras hecho? ¿Hubieras orado primero? ¿Habríamos hecho una pausa en semejante momento de afrenta? Pues Nehemías tenía un arduo trabajo por delante, pero antes de poner ladrillos físicos, él comenzó a poner ladrillos espirituales por medio de la oración delante de Dios. Dios lo vió humillado, lo fortaleció y abrió todos los caminos y despertó el espíritu de todo un pueblo para construir lo que estaba en ruinas.

Los muros representan la cobertura de Dios sobre nosotros y nuestra familia. Quizás hay muchas cosas por hacer hoy en tu casa, en tu familia, y no sabesdónde e ir o qué exactamente hacer. Haz como Nehemías, haz una pausa, humíllate y ora a tu Padre que está escuchando ahora mismo, y Él abrirá las puertas y te dará la fuerza para reconstruir todo lo que se ha derrumbado.

Ora conmigo.

"Padre Celestial, aquí estoy, humillado ante Tu presencia, donde el gozo por conocerte y hablar contigo llena mi corazón. Padre, Tu sabes lo que necesito hoy y como está mi familia. Si estás buscando a alguien que se ponga en la brecha por la familia, aquí me tienes a mi, ya no tienes que buscar más. Ladrillo a ladrillo Contigo, quiero con mi familia construir un lugar de refugio, donde Tu presencia nos transforme por completo y nos guarde en completa paz. Hoy hago una pausa nuevamente en medio de tanto ruido y ajetreo mental, para refugiarme en Ti y en Tu misericordia para con los míos. En el nombre de Jesús, amén".