La Victoria Para Tu VidaMuestra

Esfuérzate como nunca.

La vida en victoria requiere que nos levantemos y sigamos adelante, que cuando las fuerzas parecen no dar más nos refugiemos en el Señor, que renovemos fuerzas y sigamos adelante; no es caer desmayados, derrotados, debemos evitar que el desánimo o la apatía se apodere de nuestro corazón porque de esa manera seremos fuertes para resistir los tiempos difíciles.

La Palabra nos da muchas promesas, nos habla de que somos más que vencedores por medio de Cristo Jesús; que la victoria proviene del Padre y que Él nos ama y cobija bajo sus alas; esto no nos exime de tener tiempos difíciles, de hecho, el Señor Jesucristo nos dice directamente en Juan 16:33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Esto no es para tener temor, es para tener suma confianza que entre más fuerte sea la adversidad mayor será la gloria de Dios, que entre más grande el problema, mayor el poder de Dios para vencer y darnos la victoria; la confianza en el Señor debe ser algo que no debemos perder porque si lo hacemos perderemos el norte de nuestra vida, iríamos sin rumbo siendo arrastrados por el temor y la angustia.

Recordemos que Dios nos ha hecho victoriosos; lo reitero porque es algo que debemos decir, volver a decir, creer y vivir; si vivimos en santidad y en justicia practicando lo que se nos demanda de parte del Padre de amarle por sobre todas las cosas, de amar a nuestros semejantes, entonces podemos estar confiados y esforzarnos como nunca lo hemos hecho para que la gloria de Dios se manifieste y podamos dar testimonio de que tenemos un Padre amoroso, todopoderoso y que nos lleva de triunfo en triunfo; sigamos adelante y veremos ese milagro suceder en nuestra vida; oremos:

Padre bueno, te damos las gracias por tu amor inefable; no hay palabras que puedan expresar cuando nos amas y deseas darnos la victoria frente a cualquier adversidad; en el Nombre de Jesús te pedimos que nos ayudes a ser libres de toda atadura del temor que quiera paralizar nuestra vida, que todo lo que hagamos te glorifique y que nunca retrocedamos frente a los problemas porque sabemos que tú nos das la sabiduría, la gracia, mansedumbre y el dominio propio para salir victoriosos en Cristo Jesús, amén.

Amado amigo, amada amiga, pido al Padre por tu vida para que veas la gloria de Dios manifiesta en todas las áreas de ella; que seas sano, próspero, bendecido y que el favor y la gracia del Dios Altísimo sea en ti y a través de ti.