Paciente Confianza en DiosMuestra

Algo que caracteriza las pruebas es el tratamiento de nuestra alma, nuestros pensamientos, sentimientos y emociones se ven expuestos y comienza entonces una lucha interna, el saber esperar y confiar en el Señor. Debemos entender que somos humanos y habrá momentos en los que sentiremos temor, decepción, angustia, frustración, dolor, pero una cosa son las emociones y otra las acciones. En la carta a los Efesios Pablo dice “si se enojan, no pequen”. Si nos enojamos por alguna razón experimentamos una emoción y es ahí donde debemos hacer un pare y no permitir que esa emoción provoque acciones pecaminosas.

(Efesios 4: 25-32)

Hay dos tipos de quejas que son malas:

·La queja que culpa a Dios.

·La queja como habito de vida.

Por otro lado, la queja que podamos llegar a tener momentáneamente es como una válvula que permite liberar presión que muchas veces tenemos dentro. Un claro ejemplo fue Job, que nunca culpó a Dios de lo que le pasaba, pero si derramó su corazón por el sentimiento de dolor que tenía.

(Job 10: 7-12).

Es entonces momento de cerrar nuestros ojos y decirle al Señor: Sé que atravieso un momento difícil en mi vida, quisiera que las condiciones fueran otras, “pero sé que tu voluntad es buena, agradable y perfecta”

(Romanos 12: 2).

Dice la palabra que Dios bendijo más los últimos años de Job que los primeros, después de haber perdido todo (familia y bienes), el Señor lo hizo prosperar de nuevo y no solo eso, le dio dos veces más de lo que antes tenía. (Job 42: 10-17).

El Señor quiere bendecir tu vida. Ora, espera y confía en Él.