[Corre Para Ganar] Las Reglas Del JuegoMuestra

No es en vano

La vida de un atleta es bastante particular. Entrenan muchas horas, escuchan los consejos del entrenador y trabajan duro con un solo objetivo: ganar. El objetivo es competir para tener la oportunidad de ganar. Un atleta nunca entrará en una carrera para perder.

Los atletas se entrenan para mejorar sus habilidades naturales a través de la práctica, el entrenamiento y el trabajo duro. Y cuando los atletas están preparados, salen a demostrar sus progresos en la competición frente a otros de igual nivel. Cuando compiten, tienen que correr con la actitud de que pueden y van a ganar.

Pablo comparó la vida con una carrera. Corrió la carrera para dar el mensaje de las Buenas Noticias de Jesucristo de ciudad en ciudad, llegando, sobre todo, a las regiones no judías, o gentiles, de la tierra. Pablo deseaba que el mensaje de salvación a través de Jesucristo fuera recibido favorablemente por el público gentil, llevándolos a convertirse en cristianos y a unirse a la carrera de la vida siguiendo a Cristo voluntaria y obedientemente.

Pablo fue entrenado como un atleta por el mejor entrenador, Dios mismo. Dios le dio un propósito específico y equipó a Pablo con dones como orador y lo entrenó a través de la educación y mucha práctica para correr la carrera que Él le daría. Como un buen atleta, Pablo no «corrió en vano».

No hay carrera más importante que podamos correr que la carrera de la vida. Tenemos que correrla comprometidos con Aquel que nos llamó a correr, llevando el mensaje de la Buena Nueva a los que necesitan oírla para que no hayamos corrido en vano. Habrá obstáculos y luchas, pero nuestro Entrenador nos equipará con lo necesario para salir adelante. La prueba es que Dios nos envió el Espíritu Santo para ayudarnos; ahora, nos toca entrenar constantemente para estar preparados para ganar.

Señor, muéstrame cómo correr la carrera de la vida para Ti y Tu gloria, para no correr en vano. Muéstrame el propósito de Tu entrenamiento en mi vida y en las vidas de mis amigos, familia, parientes y aquellos que encuentro diariamente. Levanta mi fe para que pueda correr, sabiendo que puedo y voy a ganar.