Esperanza después del abusoMuestra

Cuantificando el daño

La tercera etapa es entrar en el bosque oscuro. Esta etapa es la más larga y la más difícil. Quizás, admitir que hemos sido abusados no es tan difícil como empezar a cuantificar el daño que el abuso ha dejado.

Uno de los problemas en esta etapa es que la mayoría de las personas entra en esta etapa justificando a la familia. Es por eso que cuando estamos en esta etapa, hay algunas preguntas que debemos hacer; y debemos buscar a Dios para poder responderlas.

• ¿Cómo se formó mi carácter y mi estilo de relacionarme en medio del trauma y del pecado?
• ¿Cómo procesaré la guerra con mi familia, al darme cuenta de que no tuve una familia perfecta y que me descuidaron en medio del abuso?

Aunque es difícil atravesar por los pasillos del recuerdo que evocan dolor, es necesario recordar que el duelo de la pérdida abre el corazón para recibir consuelo. Esos son los primeros pasos hacia la sanidad, pero aún hay más por recorrer.

Acompáñame a hacer una última oración basada en el pasaje bíblico Salmo 119:50

Tu promesa me da vida y ese es mi consuelo en medio del dolor. Es difícil cuantificar el daño y descubrir el dolor del pasado, pero saber que estás tomando mi mano en este proceso, me llena de esperanza. No es fácil, pero es posible atravesar el bosque oscuro, sabiendo que Tú estás conmigo. Estoy dispuesta/o a reconocer mis pérdidas a fin de recibir Tu consuelo.
Amén.

Escucha lo que Dios quiere decirte a través de esta canción:
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Con amor, Joanne.