La Biblia en un AñoEjemplo

Reflexión: EXHORTAOS LOS UNOS A LOS OTROS

"Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado" (Hebreos 3:12-13).

Es interesante observar que el Apóstol le escribe la carta a los hebreos, y en esta porción les habla acerca de “lo que dice el Espíritu Santo”. Recordando lo doloroso que fue para Dios el comportamiento de asus hijos en el desierto, cuando le desobedecieron durante cuarenta años y endurecieron sus corazones. Toda historia pasada en la Biblia pretende dejarnos una enseñanza para el hoy. ¿Será que el Señor, al tratar con nosotros, encontrará corazones moldeables? El Espíritu puso en Su iglesia a hombres y mujeres con autoridad espiritual para ministrar, pero también para corregir. Por eso la Palabra dice: “exhortándose los unos a los otros cada día”. ¿Qué nos sucede cuando alguien nos exhorta? ¿Recibimos con gusto la corrección o más bien nos enojamos? Parte de la madurez del cristiano, sin dudas, es aprender a recibir la corrección y saber corregir también a otros con el mismo amor y la misma misericordia que Dios lo hace con nosotros.

Recordemos: exhortar es animar, animar a cambiar, a desechar toda incredulidad y a permanecer en la voluntad del Espíritu Santo. ¡Miremos nuestro corazón! ¿Estamos haciendo en este tiempo la perfecta voluntad del Padre? Si existe algo que debe cambiar dejémonos corregir hoy, para que ninguno se endurezca por el engaño del pecado.