La Biblia en un AñoEjemplo

Reflexión: OLOR DE SU CONOCIMIENTO

"Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento" (2 Corintios 2:14).

Dios nos ha dado cinco sentidos con los cuales nos relacionamos con nuestro mundo exterior: la vista, el oído, el gusto, el tacto y el olfato. El olfato nos permite percibir los objetos sin siquiera tocarlos ni saber de qué se trata lo que olemos. Hay olores exquisitos como los perfumes, pero también desagradables como algo que está en estado de putrefacción. De acuerdo a ellos reaccionamos positivamente o negativamente.

¿Quién no recuerda el aroma de un tuco casero en la casa de nuestros padres o en lo de los abuelos, irresistible, atrapante? Se nos hacía agua a la boca, hasta que éramos atraídos rápidamente a tomar un trozo del pan y mojarlo en la olla. De la misma forma declara la Palabra de Dios que donde hay un creyente genuino y verdadero se desprende un olor fragante de la presencia y el conocimiento del Señor. Esa fragancia hace que muchas personas, que no saben o no conocen acerca de Jesús, se vean interesadas en descubrir a Dios y experimentar Su amor y Su poder.

Me pregunto, ¿qué olor estaremos despidiendo en este tiempo? ¿Será agradable o desagradable? ¿Las personas pueden olerlo y se ven atraídas a descubrir qué lo provoca?

Desafío: Te propongo que puedas examinarte profundamente y ver si tienes olor a Cristo. Él siempre huele maravillosamente bien.