La Biblia en un AñoEjemplo

Reflexión: BIENAVENTURADO EL QUE TEME A JEHOVÁ

"Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien. Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre que teme a Jehová" (Salmos 128:1-4).

Hay promesas eternas para aquellos que temen a Dios y le obedecen. En ocasiones obedecer a Dios pareciera una difícil tarea. Ser honesto, por ejemplo, en todo lo que hacemos, en todo lo que decimos; desechar la mentira de nuestras vidas; mantenernos fieles en todas las convicciones y no movernos ni a diestra ni a siniestra; amar a nuestro prójimo, aun a nuestros enemigos, y podríamos seguir con la lista... Pero, cuando amamos al Señor con todo nuestro corazón, servirle y obedecerle es un placer. Y si tenemos cosas erradas no nos costará entregárselas, porque primeramente le amamos a Él.

Ahora bien, hay promesas para todos nosotros, y es que habrá prosperidad, nos irá bien; nuestra familia, que es nuestra mayor herencia, dará fruto y seremos bendecidos. Esto es lo que declara este precioso Salmo. ¡Cómo no decidir por Jesús! Siempre será mejor hacer Su voluntad aunque nos cueste.

Y aun si estuviéramos alineados con Él, pero existieran crisis en nuestra vida o en nuestro hogar, ¡confiemos! Sus promesas tarde o temprano se cumplirán.

Desafío de hoy: Tomemos un momento para agradecer a Dios por cada uno de sus beneficios. Él nos bendice, no porque lo merezcamos, sino simplemente porque nos ama.