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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="chapter ch1" data-usfm="LUK.1.1+LUK.1.2+LUK.1.3+LUK.1.4+LUK.1.5+LUK.1.6+LUK.1.7+LUK.1.8+LUK.1.9+LUK.1.10+LUK.1.11+LUK.1.12+LUK.1.13+LUK.1.14+LUK.1.15+LUK.1.16+LUK.1.17+LUK.1.18+LUK.1.19+LUK.1.20+LUK.1.21+LUK.1.22+LUK.1.23+LUK.1.24+LUK.1.25+LUK.1.26+LUK.1.27+LUK.1.28+LUK.1.29+LUK.1.30+LUK.1.31+LUK.1.32+LUK.1.33+LUK.1.34+LUK.1.35+LUK.1.36+LUK.1.37+LUK.1.38">
 <div class="p">1Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciert&#237;simas, 2tal como nos lo ense&#241;aron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, 3me ha parecido tambi&#233;n a m&#237;, despu&#233;s de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escrib&#237;rtelas por orden, oh excelent&#237;simo Te&#243;filo, 4para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.</div><div class="s">Anuncio del nacimiento de Juan</div><div class="p"> 5Hubo en los d&#237;as de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacar&#237;as, de la clase de Ab&#237;as;#1 Cr. 24.10. su mujer era de las hijas de Aar&#243;n, y se llamaba Elisabet. 6Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Se&#241;or. 7Pero no ten&#237;an hijo, porque Elisabet era est&#233;ril, y ambos eran ya de edad avanzada. 8Aconteci&#243; que ejerciendo Zacar&#237;as el sacerdocio delante de Dios seg&#250;n el orden de su clase, 9conforme a la costumbre del sacerdocio, le toc&#243; en suerte ofrecer el incienso, entrando en el santuario del Se&#241;or. 10Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso. 11Y se le apareci&#243; un &#225;ngel del Se&#241;or puesto en pie a la derecha del altar del incienso. 12Y se turb&#243; Zacar&#237;as al verle, y le sobrecogi&#243; temor. 13Pero el &#225;ngel le dijo: Zacar&#237;as, no temas; porque tu oraci&#243;n ha sido o&#237;da, y tu mujer Elisabet te dar&#225; a luz un hijo, y llamar&#225;s su nombre Juan. 14Y tendr&#225;s gozo y alegr&#237;a, y muchos se regocijar&#225;n de su nacimiento; 15porque ser&#225; grande delante de Dios. No beber&#225; vino ni sidra,#Nm. 6.3. y ser&#225; lleno del Esp&#237;ritu Santo, aun desde el vientre de su madre. 16Y har&#225; que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Se&#241;or Dios de ellos. 17E ir&#225; delante de &#233;l con el esp&#237;ritu y el poder de El&#237;as, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos,#Mal. 4.5-6. y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Se&#241;or un pueblo bien dispuesto. 18Dijo Zacar&#237;as al &#225;ngel: &#191;En qu&#233; conocer&#233; esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada. 19Respondiendo el &#225;ngel, le dijo: Yo soy Gabriel,#Dn. 8.16; 9.21. que estoy delante de Dios; y he sido enviado a hablarte, y darte estas buenas nuevas. 20Y ahora quedar&#225;s mudo y no podr&#225;s hablar, hasta el d&#237;a en que esto se haga, por cuanto no cre&#237;ste mis palabras, las cuales se cumplir&#225;n a su tiempo. 21Y el pueblo estaba esperando a Zacar&#237;as, y se extra&#241;aba de que &#233;l se demorase en el santuario. 22Pero cuando sali&#243;, no les pod&#237;a hablar; y comprendieron que hab&#237;a visto visi&#243;n en el santuario. &#201;l les hablaba por se&#241;as, y permaneci&#243; mudo. 23Y cumplidos los d&#237;as de su ministerio, se fue a su casa.</div><div class="p"> 24Despu&#233;s de aquellos d&#237;as concibi&#243; su mujer Elisabet, y se recluy&#243; en casa por cinco meses, diciendo: 25As&#237; ha hecho conmigo el Se&#241;or en los d&#237;as en que se dign&#243; quitar mi afrenta entre los hombres.</div><div class="s">Anuncio del nacimiento de Jes&#250;s</div><div class="p"> 26Al sexto mes el &#225;ngel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27a una virgen desposada con un var&#243;n que se llamaba Jos&#233;, de la casa de David; y el nombre de la virgen era Mar&#237;a.#Mt. 1.18. 28Y entrando el &#225;ngel en donde ella estaba, dijo: &#161;Salve, muy favorecida! El Se&#241;or es contigo; bendita t&#250; entre las mujeres. 29Mas ella, cuando le vio, se turb&#243; por sus palabras, y pensaba qu&#233; salutaci&#243;n ser&#237;a esta. 30Entonces el &#225;ngel le dijo: Mar&#237;a, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31Y ahora, concebir&#225;s en tu vientre, y dar&#225;s a luz un hijo, y llamar&#225;s su nombre JES&#218;S.#Mt. 1.21. 32Este ser&#225; grande, y ser&#225; llamado Hijo del Alt&#237;simo; y el Se&#241;or Dios le dar&#225; el trono de David su padre; 33y reinar&#225; sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendr&#225; fin.#Is. 9.7. 34Entonces Mar&#237;a dijo al &#225;ngel: &#191;C&#243;mo ser&#225; esto? pues no conozco var&#243;n. 35Respondiendo el &#225;ngel, le dijo: El Esp&#237;ritu Santo vendr&#225; sobre ti, y el poder del Alt&#237;simo te cubrir&#225; con su sombra; por lo cual tambi&#233;n el Santo Ser que nacer&#225;, ser&#225; llamado Hijo de Dios. 36Y he aqu&#237; tu parienta Elisabet, ella tambi&#233;n ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban est&#233;ril; 37porque nada hay imposible para Dios.#Gn. 18.14. 38Entonces Mar&#237;a dijo: He aqu&#237; la sierva del Se&#241;or; h&#225;gase conmigo conforme a tu palabra. Y el &#225;ngel se fue de su presencia.</div>
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 <div class="chapter ch95" data-usfm="PSA.95">
 <div class="label">95</div><div class="s">C&#225;ntico de alabanza y de adoraci&#243;n</div><div class="q"> 1Venid, aclamemos alegremente a Jehov&#225;;</div><div class="q">Cantemos con j&#250;bilo a la roca de nuestra salvaci&#243;n.</div><div class="q"> 2Lleguemos ante su presencia con alabanza;</div><div class="q">Aclam&#233;mosle con c&#225;nticos.</div><div class="q"> 3Porque Jehov&#225; es Dios grande,</div><div class="q">Y Rey grande sobre todos los dioses.</div><div class="q"> 4Porque en su mano est&#225;n las profundidades de la tierra,</div><div class="q">Y las alturas de los montes son suyas.</div><div class="q"> 5Suyo tambi&#233;n el mar, pues &#233;l lo hizo;</div><div class="q">Y sus manos formaron la tierra seca.</div><div class="b"></div><div class="q"> 6Venid, adoremos y postr&#233;monos;</div><div class="q">Arrodill&#233;monos delante de Jehov&#225; nuestro Hacedor.</div><div class="q"> 7Porque &#233;l es nuestro Dios;</div><div class="q">Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano.</div><div class="b"></div><div class="q">Si oyereis hoy su voz,</div><div class="q"> 8No endurezc&#225;is vuestro coraz&#243;n,#He. 3.15; 4.7. como en Meriba,</div><div class="q">Como en el d&#237;a de Masah en el desierto,</div><div class="q"> 9Donde me tentaron vuestros padres,</div><div class="q">Me probaron,#Ex. 17.1-7; Nm. 20.2-13. y vieron mis obras.</div><div class="q"> 10Cuarenta a&#241;os estuve disgustado con la naci&#243;n,</div><div class="q">Y dije: Pueblo es que divaga de coraz&#243;n,</div><div class="q">Y no han conocido mis caminos.</div><div class="q"> 11Por tanto, jur&#233; en mi furor</div><div class="q">Que no entrar&#237;an en mi reposo.#Nm. 14.26-35; Dt. 1.34-36; He. 4.3,5.#He. 3.7-11.</div>
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