El Maestro Sigue en La BarcaMuestra

Llegará la calma


´´Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza´´.

Los discípulos, en un momento, se habían olvidado de quien iba en la barca, habían puesto su mirada en la tormenta y eso los hizo entrar en pánico. El temor es uno de nuestros mayores enemigos, porque nos hace perder el enfoque y al igual que a los discípulos nos lleva a la desesperación a tal punto de que comenzamos a perecer. El temor hizo que los discípulos olviden dos cosas muy importantes, la primera es que olvidaron que el Maestro estaba en la barca; y la segunda, que Él prometió que cruzarían al otro lado.

Cuando el Maestro nos llama a algo nuevo, a una nueva temporada, a un nuevo reto, a un nuevo desafío, hay dos cosas que NUNCA podemos olvidar:
1. Él siempre estará en la barca
2. Cruzaremos al otro lado.

Cuando el Maestro sube en la barca con los discípulos nunca dijo que sería fácil, tampoco dijo que no se levantaría nada, pero sí dijo: ´´CRUCEMOS AL OTRO LADO´´.
No importa la tormenta que se haya levantado en esta temporada de tu vida, Aquel que te llamó aún sigue en la barca y tiene el poder para calmar la tempestad. Él prometió que vas a cruzar al otro lado.

Oro para que podamos mantener nuestra mirada puesta en Jesús a pesar de las tormentas que se levanten mientras vamos en esta barca. Que podamos acudir solo a Él cuando el viento sople y nos ponga en peligro, sabiendo que Él es el ÚNICO que tiene potestad para calmar las tormentas en nuestra vida y traer esa paz que sobrepasa todo entendimiento. Oro para que nuestra fe sea aumentada en medio del caos, que nuestra convicción se mantenga por encima del temor.
La tormenta no es para siempre, es solo hasta que el Maestro mande a calmarla.

Llegará la calma.