La Buena VidaMuestra

Escrito por Anna, 18 años de Shawnee, Kansas, EE. UU.

Supongo que mucha gente se ha subido a un avión, se ha sentado y ha tenido un vuelo agradable a pesar de no conocer toda la mecánica y otras cosas complicadas que ocurren en la cabina. La mayoría de las personas no saben con exactitud cómo vuela un avión, así que cuando deciden volar, están confiando en el piloto a cargo. Pienso en que la relación con Dios es similar. Por mucho que queramos, no tenemos el control absoluto de todo lo que ocurre en nuestras vidas. Afortunadamente, Dios sabe lo que es mejor para nosotros y nos ayuda a vivir la vida al máximo.

¿Alguna vez las preocupaciones sobre tus circunstancias o tu futuro han ocupado un montón de espacio en tu mente? Sé que lo he experimentado en carne propia. Es en esos momentos en los que tenemos que acordarnos intencionadamente de que Dios sigue obrando, aunque la vida no vaya precisamente como esperábamos. Al igual que en el avión, hay muchas cosas que suceden bajo la superficie para que el vuelo sea exitoso, ¡y hay un piloto que sabe cómo darle sentido a todo! Confiar en que Dios está obrando en el mundo que nos rodea y en nosotros siempre nos ayuda a estar tranquilos de verdad y a saber que Dios está haciendo más de lo que podemos ver. Si elegimos confiar en que Dios siempre obra en nosotros y en el mundo que nos rodea, podremos empezar a dejar de lado nuestras preocupaciones y pensamientos abrumadores.

Hoy, si puedes, t unos minutos para orar en total silencio. Permanece en silencio y habla con Dios sobre lo que significa que esté obrando en tu vida y en el mundo que te rodea.