¡Ayúdame, Señor! ¡Soy Madre De Pequeños!Muestra
ES UNA BUENA NOTICIA ESTAR NECESITADOS PARA CORRER A CRISTO
El Evangelio nos recuerda, en el centro de su mensaje, que somos necesitadas, y esto, queridas madres, es de gran consuelo y ánimo para nosotras. Quiere decir que, estar en Cristo, — esto significa creer Cristo y en Su obra— es el mejor antídoto a nuestros corazones cansados. Jesús lo cumplió cuando dijo: “y recuerden; Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”, Mt 28:20. Lo hace por medio de su Espíritu morando en nosotras (Jn 16:7-15).
En cada etapa de nuestra vida estamos necesitadas de Dios, y como Él ha prometido estar con nosotras a través de Cristo por fe, podemos recibir toda la ayuda que necesitamos: la fuerza que requieren los desvelos, el dolor de espalda, de cabeza, o la fortaleza para repetir las mismas tareas, las mismas canciones, y escuchar los mismos llantos. Tu corazón siempre está deseando y adorando, la pregunta es: ¿qué está deseando y adorando?
Querida madre, tu alma necesita la fortaleza del Señor, Él es tu ayuda, quien sostiene tu alma (Sal. 54:4). Tus pensamientos necesitan la Palabra de Dios porque son palabras fieles que sostienen (Sal. 119:86a); tus emociones necesitan estar informadas de estas verdades para responder en arrepentimiento cuando te equivocas; en lamento cuando estás débil y cansada, pero todo esto resulta en alabanza de Aquel que te ha dado el privilegio de ser madre. Es una dicha representar el amor de Dios como madre a nuestros hijos necesitados de Él.
APRENDE- VIVE- LIDERA
- Aprende: ¿Qué significa que Jesús está contigo?
- Vive: ¿Qué está deseando y adorando tu corazón que te ha llevado al cansancio emocional y espiritual? Escríbelo, óralo y busca a alguien para acompañarte en ello.
- Lidera: Busca a alguna mamá que se sienta de la misma manera y apóyense juntas en oración y compañerismo.
ORACIÓN
Oremos. Señor, te doy gracias por la gracia de poder acercarme a Tu trono y saber que escuchas mis oraciones y que ves mi debilidad. Ayúdame, Señor, a no desmayar; ayúdame con mi fe para recordar Tu Palabra y no dudar de que me escuchas. Revela lo que hay en mi corazón para llevarlo delante de Ti. Perdóname por afanarme, enojarme y no confiar en tu cuidado y refugio. Trae gozo a mi corazón, claridad a mis pensamientos y forma en mí, a Cristo para honrarte y edificar a mis hijos. En el nombre de Jesús, amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Meditaciones sobre nuestra necesidad y dependencia en Dios en cuanto al rol de madre de niños pequeños.
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Nos gustaría agradecer a Reformadas por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.reformadas.com/