La salvaciónMuestra

EL PRECIO QUE PAGÓ JESUS POR SALVARME

Siempre se habla de que somos salvos por medio de Jesús, si lo confesamos a Él como nuestro Señor y salvador, pero muy poco se menciona cual fue el gran precio que nuestro salvador tuvo que pagar por nuestra salvación.

Jesús siendo Dios, no escatimó al ser igual a Dios a cosa que aferrarse, sino que cumplió todo por el todo como Dios había asignado. Pero aún así Él siendo igual a Dios vino en cuerpo de hombre y sufrió un sin número de dolencias, humillaciones, rechazo, golpes y azotes por su mismo pueblo el cual fue escogido por Dios.

Él se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte y nunca profirió palabra hiriente a quienes lo azotan y maltrataban porque aún en medio de todo el dolor clamaba a Dios para que Dios tuviera misericordia por ellos.

Nuestro amado sufrió un sin número de golpes, palabras hirientes para que tú y yo en el día de hoy podamos ser salvos… Veamos las crueles cosas y dolor que nuestro salvador tuvo que pasar:

●Fue entregado por unos de sus discípulos, quien lo acompañaba día y noche.

●Le fue colocado una corona de espinas (Juan 19:1-2)

●Le gritaban y lo abofeteaban (Juan 19:3)

●Cargó esa inmensa cruz caminando, sin desistir.

●Y Fue crucificado injustamente.

●Se hizo pecado por todos nosotros.

Y a pesar de todo este cruel e injusto sufrimiento, cuando le daban latigazos, lo abofeteaban, le pegaban, le dieron a beber vinagre, la corona de espinas, sus manos y pies clavadas con martillo y en su costado el golpe de una lanza. Recibiendo todo esto nunca emitió palabra alguna de arrepentimiento, nunca salió palabra de su boca para dejar la misión por mitad, sino que sufrió el mayor de los dolores por amor a nosotros.

Ya ves la razón por la que Pablo nos dice que llevemos la salvación con amor, temor y temblor. Esta salvación a nuestro amado le costó un alto precio, que si comenzamos a enumerar todas las cosas de las que Él se tuvo que separar por venir a la tierra para salvarnos, no acabaríamos nunca.

POR ESO TE EXHORTO Y TE DIGO: VALORA EL PRECIO QUE PAGÓ JESÚS POR SALVARTE A TI. ADORA Y EXALTA ETERNAMENTE SU NOMBRE.