No Soy Un ImpostorMuestra
Identidad reafirmada.
Reafirmar es una palabra que me gusta mucho, creo que todos en algún momento necesitamos ser reafirmados, aunque sepamos quiénes somos y en qué somos buenos, algún día necesitaremos de alguien que nos lo recuerde.
En muchos momentos de mi vida me sentí como una impostora, tenía personas a mi alrededor diciendo cosas buenas sobre mí, admirando mis capacidades, mi estilo de vida, diciéndome cuanto les agrado… Pero yo no terminaba de creer por completo estas cosas buenas, no porque no fueran sinceros conmigo, sino porque vivía constantemente pensando en aspectos malos de mi vida que según yo “contradecían” los buenos. Por ejemplo: mis inseguridades, malas actitudes, decisiones etc.
Entonces veía esas cosas buenas como expectativas que necesitaba llenar siempre para que fueran verdad, pensaba tanto en las cosas malas sobre mí que me hacía sentir peor, no podía ser cierto lo bueno que decían de mí, por lo que dudaba quién era yo realmente.
Hasta que Dios me habló, me mostró que necesitaba encontrarme a mí misma afuera de las cosas malas, dejar las expectativas que yo misma me había inventado. Otra vez entendí que vivo con miles de imperfecciones, pero eso no me hace ser una impostora ni puede borrar las cosas buenas que soy.
Hay cosas negativas con las que todos lidiamos y vamos aprendiendo a superar, estas no pueden descalificar todas las cosas buenas que somos, aquello bueno que recibimos por gracia de Dios como Sus hijos. Nuestro corazón debe estar en el lugar correcto en cuanto a esto y aceptar ser reafirmados con la verdad.
Santiago 1: 17-18 dice: Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. Él, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
Cuando aceptamos que no somos mas impostores, no necesitamos llenar falsas expectativas para demostrar que damos buen fruto. Todo lo bueno que los demás ven y verán en nosotros proviene de Dios, nos pertenece porque lo recibimos por ser Sus hijos y no hay contradicción.
Oración: Gracias Padre porque en Ti soy aceptado y soy Tu hijo, recuérdame siempre que Tu gracia y bondad sobrepasa todo lo malo, como hijo puedo dar buen fruto, puedo gozarme y creer cada vez que sea reafirmado.
Amén.
Acerca de este Plan
¿Quién soy? A veces es difícil responder esto más cuando intentamos darnos identidad con muchas cosas. Aunque no estemos seguros de como responder, podemos estar seguros que NO SOMOS IMPOSTORES.
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Nos gustaría agradecer a Diana Ancórd por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://elreinoprimero.com/