¡No podemos tomar la tierra!

Al pueblo hebreo se le prometió la tierra donde fluye leche y miel. Pero para llegar a ella y obtenerla, tenía primeramente que salir de donde estaba y superar las pruebas que venían para poder recibir ese hermoso regalo que Dios le tenía. Pero los hebreos al salir de Egipto se toparon con diferentes pruebas las cuales no pudieron superar. Pero, la que definitivamente les permitiría recibir la tierra o no, era cuando estaban acampando a las afueras de esa ciudad y mandaron espías para que la recorran y vean si esta tierra es buena, cuanta gente vive ahí, como son sus frutos, etc, etc. Pero desgraciadamente al regresar 10 de los 12 espías deciden rebelarse contra Dios y decir que es imposible tomar el regalo que Él les había dicho que tomarían. Estos 10 hombres hablaron a todos los hebreos sobre esta tierra y estos al reunirse dijeron que era mejor regresar a Egipto y volver a donde habían sido sacados. Y Dios al ver que estos se revelaban decidió que esa generación no entraría a la tierra que juro darles (todo eso sucedió por que anhelaron su vida pasada, es decir estar en Egipto).

Como hijos de Dios, Él nos saca de los lugares de pecado y nos promete tener una vida junto a Él y al final después de morir ir a Su Reino. Pero para nuestro crecimiento, Él nos pone pruebas para ver si somo fieles y sabemos que aunque pase lo que pase Él estará con nosotros. Y si nos mantenemos confiados en Él, tomaremos esa tierra. En cambio, si pensamos y decidimos que estábamos mejor antes de conocer a Dios, Él nos dejará en Su Reino.

Oración: Padre, ayúdame a ser fiel, porque por mis propias fuerzas es imposible, mas por ti, todo es posible. Guíame y enséñame a caminar en Ti. Quita de mí el pensamiento que vivir fuera Tuyo es mejor. TE AMO. Amén.