Mi identidad

Todo lo tenemos en Dios; paz, dirección, seguridad, afirmación. El problema es que no siempre escuchamos la voz correcta. El enemigo juega 2 cartas. Una, robándote tu valor como hijo de Dios con ideas que invaden tu mente y corazón, como "no vales", "nadie te ama", "tú no tienes capacidades", etc. La segunda, distorsionando la imagen del Padre, diciéndote que "ya le has fallado tanto", "que no te va a perdonar", "que ya te olvido", "que te castigará" y "que no te dará otra oportunidad".

Una vez que logra alejarte de Dios, te destruye. Recuerda, él es el padre de la mentira, pero Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y también la puerta de regreso al Padre. Nada te impide regresar. No escuches esa voz y escucha la voz de Dios que hoy te dice: "Te amo, eres mi creación más preciada".