¿Por qué Jesús predicaba a través de parábolas?Muestra

La apelación de Dios a nosotros

Algunas personas dicen que debemos predicar como lo hizo Jesús. Piensan que el método para comunicarnos debe ser una historia, porque esa es la forma que utilizó Jesús con la predicación parabólica. No estoy de acuerdo con la idea de que, porque Jesús contaba historias y parábolas, debamos hacerlo también. Tenemos muchos ejemplos en el Nuevo Testamento sobre cómo debe ser la predicación.

Como creyentes de hoy, sentados en la iglesia, cuando escuchamos parábolas creemos que nos ayudan a captar la verdad. La parábola del sembrador, por ejemplo o la parábola de la semilla, como quiera describirse, es muy útil. Pero la razón por la que encontramos útiles las parábolas es que el Señor nos ha salvado y tenemos acceso a su gracia. Tenemos sus explicaciones para nosotros en las Escrituras, así como la enseñanza misma.

El método normal de predicación que vemos en la Escritura es: primero se lee el texto, luego se explica, se ilustra, se sintetiza y, por último, se aplica el texto. Fíjate en el sermón de Pedro el día de Pentecostés. Todos los elementos de la predicación expuesta pueden verse en el enfoque que Pedro utilizó cuando pronunció ese sermón. Así es como se debe predicar. El único momento en que nuestra predicación es inerrante es cuando leemos el texto de la Escritura; por lo tanto, ¡léelo! Luego explícalo. Ilústralo con otros pasajes de la Escritura que traten el mismo tema, resúmelo, sintetiza, aplícalo y exhorta a la gente con él. Llama a la gente a obedecerlo, a responder a él. Hazlo con el corazón de Dios. Dios siempre está haciendo su apelación a través de nosotros, así que exhortamos a la gente, rogamos a la gente que se reconcilie con Dios a través de Cristo. Así, actuamos como evangelistas y como pastores al enseñar la Palabra de Dios.

Gracias, Dios, por las muchas maneras en que nos instruyes. Gracias por las parábolas y por las explicaciones que diste a los discípulos para que nosotros también fuéramos bendecidos por la enseñanza de Jesús. Gracias por el ejemplo de predicación de Pedro en Pentecostés. Gracias por los salmos, los proverbios y las epístolas. Sobre todo, gracias por tu amor por nosotros, por ese anhelo de que todos nos reconciliemos contigo. Concédenos oportunidades para ser embajadores eficaces para ti.

Este devocional se basó en un episodio del Podcast Straight Truth. Si quieres saber más sobre este tema, escucha el podcast en inglés, en el siguiente enlace: Clic aquí