Fuente De Mi ContentamientoMuestra

¿Has experimentado la desesperación de tener sed y encontrarte sin la posibilidad de saciarla? Todos hemos experimentado la desesperada ansia de tomar líquidos en nuestro cuerpo. Yo quiero que pienses en esa sed que se produce en nuestros corazones que en ocasiones no sabes cómo saciarla o de donde proviene.

Hace unos años atrás hubo una mujer muy parecida a mi, con la que tal vez te puedas identificar. No conocemos su nombre pero sabemos su historia, la mujer samaritana. Ella vivía con mucha vergüenza por las decisiones que había tomado y esta vergüenza le impedía ir junto con otras mujeres a llenar su cántaro para saciar su sed, temía ser rechazada y prefería ir a pleno mediodía (donde sabemos que el sol es más fuerte) a buscar suplir su necesidad.

Un día normal lo acostumbrado para ella, fue y se encontró con un hombre. Pero este hombre ya la estaba esperando, Jesús. Jesus conocía la sed que cargaba esta mujer (mucho más que física) en su corazón, y él conoce la sed que tú y yo tenemos en nuestros corazones. El no se detuvo ahí por casualidad, él tenía planificado detenerse. Jesus quería hablarle a la mujer samaritana de sed, de pozo y de agua. En estos 4 días Jesús quiere hacer lo mismo contigo. Quiere escudriñar y mostrarte la sed que hay en ti. También te mostrará el tamaño de tu pozo pero sobre todo te llenará hasta saciarte.

Oremos juntos

Jesus, gracias por venir a mi en este día, donde tu y solo tu sabes la sed que hay en mi interior. Te invito a escudriñar y mostrarme esas áreas que necesitan ser saciadas. Muéstrame el tamaño de mi pozo y sacia cada área de mi. En tu nombre Jesús, Amén.