La oración importaMuestra
Para la gloria y alabanza de Dios
Vivimos en un mundo físico donde las necesidades temporales a menudo pueden parecer abrumadoras y perpetuas en nuestra perspectiva tan estrecha de la realidad; pero, en el grandioso plan de la eternidad, nuestros problemas son realmente muy pequeños. Intentemos comprender por un momento cuán pequeños somos realmente.
Consideremos lo siguiente: si miramos arriba a las estrellas en el cielo una noche despejada, es asombroso pensar que la más cercana (después del sol) ¡está a 25 trillones de millas de la tierra! Aunque eso parece una distancia inmensa, y completamente imposible para que nuestra mente finita lo comprenda, está relativamente cerca: poco más que a cuatro años-luz de distancia. Comparemos eso con otras estrellas que se sabe que están a más de 80.000 años-luz de distancia, ¡y podría haber hasta 400 mil millones de ellas dentro de nuestra galaxia! Si se siente pequeño ahora, agárrese. Hay cientos de miles de millones de galaxias en el universo observable, ¡que abarcan cientos de miles de millones de años luz!
Toda la inmensidad incomprensible que constituye nuestro universo existe en un lugar diminuto del tiempo y el espacio que conocemos como el mundo físico. Por lo tanto, ¿por qué debería el Dios omnipotente, omnipresente, omnisciente y eterno intervenir en nuestros asuntos de una trivialidad tan total? Porque Dios utiliza nuestras vidas como una plataforma desde la cual desea recibir alabanza y gloria. Desde el día que nacimos hasta el día que muramos, nuestras vidas existen por una razón: glorificar a Dios.
Cien billones de años después de que esta Tierra haya sido fundida y todo lo que conocemos como “realidad” se haya desvanecido para siempre, nuestros mejores y peores momentos, nuestras luchas y victorias, nuestros dolores y placeres, parecerán un sueño que se desvaneció. En ese día, el único memorial de nuestro mundo serán las instantáneas en el álbum de fotografías de Dios, y todas ellas tendrán la misma frase: “para gloria y alabanza de Dios”. Todas esas fotografías son instantáneas de momentos en el tiempo en los que un hombre o una mujer se atrevieron a confiar en Dios. Son momentos en los que alguien obedeció incluso cuando no entendía. Son instantáneas en las que la fortaleza de Dios se perfeccionó en la debilidad humana. Esas son las cosas que realmente importan. Por eso oramos. Por eso intercedemos. No solo para que nuestras vidas temporales puedan ser enriquecidas, sino también para que el reino de Dios pueda avanzar. ¡Que nuestras vidas le den gloria a Él!
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Realmente la oración marca una diferencia? ¿Podemos alterar verdaderamente el resultado de situaciones y circunstancias mediante la oración? Alguien dijo en una ocasión que la oración no cambia las cosas, solo cambia a la persona que ora; pero eso es contrario a la Escritura. La oración sí cambia situaciones porque Dios nos ha hecho colaboradores de Él para el cumplimiento de sus propósitos en la tierra.
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Nos gustaría agradecer a CfaN Christ For All Nations por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.cfanlatino.org