Viviendo en Libertad, Viviendo Lleno Del Espíritu Santo

Devocional Navideño Para Niños

Salmo 26: La Determinación De Vivir en Integridad

Amor Discernidor

21 Días De Ayuno Y Oración Con La Iglesia Transformation Church

Avivando El Fuego

Criando Una Generación Que Conozca a Dios

Las Promesas Pendientes

Beneficios De Leer La Palabra

Salmo 19: La suficiencia de la palabra de Dios

Biblia Reina Valera 1960

<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkPRO">
 <div class="chapter ch17" data-usfm="PRO.17">
 <div class="label">17</div><div class="q"> 1Mejor es un bocado seco, y en paz,</div><div class="q">Que casa de contiendas llena de provisiones.</div><div class="q"> 2El siervo prudente se ense&#241;orear&#225; del hijo que deshonra,</div><div class="q">Y con los hermanos compartir&#225; la herencia.</div><div class="q"> 3El crisol para la plata, y la hornaza para el oro;</div><div class="q">Pero Jehov&#225; prueba los corazones.</div><div class="q"> 4El malo est&#225; atento al labio inicuo;</div><div class="q">Y el mentiroso escucha la lengua detractora.</div><div class="q"> 5El que escarnece al pobre afrenta a su Hacedor;</div><div class="q">Y el que se alegra de la calamidad no quedar&#225; sin castigo.</div><div class="q"> 6Corona de los viejos son los nietos,</div><div class="q">Y la honra de los hijos, sus padres.</div><div class="q"> 7No conviene al necio la altilocuencia;</div><div class="q">&#161;Cu&#225;nto menos al pr&#237;ncipe el labio mentiroso!</div><div class="q"> 8Piedra preciosa es el soborno para el que lo practica;</div><div class="q">Adondequiera que se vuelve, halla prosperidad.</div><div class="q"> 9El que cubre la falta busca amistad;</div><div class="q">Mas el que la divulga, aparta al amigo.</div><div class="q"> 10La reprensi&#243;n aprovecha al entendido,</div><div class="q">M&#225;s que cien azotes al necio.</div><div class="q"> 11El rebelde no busca sino el mal,</div><div class="q">Y mensajero cruel ser&#225; enviado contra &#233;l.</div><div class="q"> 12Mejor es encontrarse con una osa a la cual han robado sus cachorros,</div><div class="q">Que con un fatuo en su necedad.</div><div class="q"> 13El que da mal por bien,</div><div class="q">No se apartar&#225; el mal de su casa.</div><div class="q"> 14El que comienza la discordia es como quien suelta las aguas;</div><div class="q">Deja, pues, la contienda, antes que se enrede.</div><div class="q"> 15El que justifica al imp&#237;o, y el que condena al justo,</div><div class="q">Ambos son igualmente abominaci&#243;n a Jehov&#225;.</div><div class="q"> 16&#191;De qu&#233; sirve el precio en la mano del necio para comprar sabidur&#237;a,</div><div class="q">No teniendo entendimiento?</div><div class="q"> 17En todo tiempo ama el amigo,</div><div class="q">Y es como un hermano en tiempo de angustia.</div><div class="q"> 18El hombre falto de entendimiento presta fianzas,</div><div class="q">Y sale por fiador en presencia de su amigo.</div><div class="q"> 19El que ama la disputa, ama la transgresi&#243;n;</div><div class="q">Y el que abre demasiado la puerta busca su ruina.</div><div class="q"> 20El perverso de coraz&#243;n nunca hallar&#225; el bien,</div><div class="q">Y el que revuelve con su lengua caer&#225; en el mal.</div><div class="q"> 21El que engendra al insensato, para su tristeza lo engendra;</div><div class="q">Y el padre del necio no se alegrar&#225;.</div><div class="q"> 22El coraz&#243;n alegre constituye buen remedio;</div><div class="q">Mas el esp&#237;ritu triste seca los huesos.</div><div class="q"> 23El imp&#237;o toma soborno del seno</div><div class="q">Para pervertir las sendas de la justicia.</div><div class="q"> 24En el rostro del entendido aparece la sabidur&#237;a;</div><div class="q">Mas los ojos del necio vagan hasta el extremo de la tierra.</div><div class="q"> 25El hijo necio es pesadumbre de su padre,</div><div class="q">Y amargura a la que lo dio a luz.</div><div class="q"> 26Ciertamente no es bueno condenar al justo,</div><div class="q">Ni herir a los nobles que hacen lo recto.</div><div class="q"> 27El que ahorra sus palabras tiene sabidur&#237;a;</div><div class="q">De esp&#237;ritu prudente es el hombre entendido.</div><div class="q"> 28Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio;</div><div class="q">El que cierra sus labios es entendido.</div>
 </div>
 </div>
</div>

Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkPSA">
 <div class="chapter ch91" data-usfm="PSA.91">
 <div class="label">91</div><div class="s">Morando bajo la sombra del Omnipotente</div><div class="q"> 1El que habita al abrigo del Alt&#237;simo</div><div class="q">Morar&#225; bajo la sombra del Omnipotente.</div><div class="q"> 2Dir&#233; yo a Jehov&#225;: Esperanza m&#237;a, y castillo m&#237;o;</div><div class="q">Mi Dios, en quien confiar&#233;.</div><div class="q"> 3&#201;l te librar&#225; del lazo del cazador,</div><div class="q">De la peste destructora.</div><div class="q"> 4Con sus plumas te cubrir&#225;,</div><div class="q">Y debajo de sus alas estar&#225;s seguro;</div><div class="q">Escudo y adarga es su verdad.</div><div class="q"> 5No temer&#225;s el terror nocturno,</div><div class="q">Ni saeta que vuele de d&#237;a,</div><div class="q"> 6Ni pestilencia que ande en oscuridad,</div><div class="q">Ni mortandad que en medio del d&#237;a destruya.</div><div class="b"></div><div class="q"> 7Caer&#225;n a tu lado mil,</div><div class="q">Y diez mil a tu diestra;</div><div class="q">Mas a ti no llegar&#225;.</div><div class="q"> 8Ciertamente con tus ojos mirar&#225;s</div><div class="q">Y ver&#225;s la recompensa de los imp&#237;os.</div><div class="b"></div><div class="q"> 9Porque has puesto a Jehov&#225;, que es mi esperanza,</div><div class="q">Al Alt&#237;simo por tu habitaci&#243;n,</div><div class="q"> 10No te sobrevendr&#225; mal,</div><div class="q">Ni plaga tocar&#225; tu morada.</div><div class="b"></div><div class="q"> 11Pues a sus &#225;ngeles mandar&#225; acerca de ti,#Mt. 4.6; Lc. 4.10.</div><div class="q">Que te guarden en todos tus caminos.</div><div class="q"> 12En las manos te llevar&#225;n,</div><div class="q">Para que tu pie no tropiece en piedra.#Mt. 4.6; Lc. 4.11.</div><div class="q"> 13Sobre el le&#243;n y el &#225;spid pisar&#225;s;</div><div class="q">Hollar&#225;s al cachorro del le&#243;n y al drag&#243;n.#Lc. 10.19.</div><div class="q"> 14Por cuanto en m&#237; ha puesto su amor, yo tambi&#233;n lo librar&#233;;</div><div class="q">Le pondr&#233; en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.</div><div class="q"> 15Me invocar&#225;, y yo le responder&#233;;</div><div class="q">Con &#233;l estar&#233; yo en la angustia;</div><div class="q">Lo librar&#233; y le glorificar&#233;.</div><div class="q"> 16Lo saciar&#233; de larga vida,</div><div class="q">Y le mostrar&#233; mi salvaci&#243;n.</div>
 </div>
 </div>
</div>

<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkREV">
 <div class="chapter ch6" data-usfm="REV.6">
 <div class="label">6</div><div class="s">Los sellos</div><div class="p"> 1Vi cuando el Cordero abri&#243; uno de los sellos, y o&#237; a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira. 2Y mir&#233;, y he aqu&#237; un caballo blanco;#Zac. 1.8; 6.3. y el que lo montaba ten&#237;a un arco; y le fue dada una corona, y sali&#243; venciendo, y para vencer.</div><div class="p"> 3Cuando abri&#243; el segundo sello, o&#237; al segundo ser viviente, que dec&#237;a: Ven y mira. 4Y sali&#243; otro caballo, bermejo;#Zac. 1.8; 6.2. y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.</div><div class="p"> 5Cuando abri&#243; el tercer sello, o&#237; al tercer ser viviente, que dec&#237;a: Ven y mira. Y mir&#233;, y he aqu&#237; un caballo negro;#Zac. 6.2,6. y el que lo montaba ten&#237;a una balanza en la mano. 6Y o&#237; una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que dec&#237;a: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no da&#241;es el aceite ni el vino.</div><div class="p"> 7Cuando abri&#243; el cuarto sello, o&#237; la voz del cuarto ser viviente, que dec&#237;a: Ven y mira. 8Mir&#233;, y he aqu&#237; un caballo amarillo, y el que lo montaba ten&#237;a por nombre Muerte, y el Hades le segu&#237;a; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.#Jer. 15.3; Ez. 5.12,17; 14.21.</div><div class="p"> 9Cuando abri&#243; el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que hab&#237;an sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que ten&#237;an. 10Y clamaban a gran voz, diciendo: &#191;Hasta cu&#225;ndo, Se&#241;or, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? 11Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todav&#237;a un poco de tiempo, hasta que se completara el n&#250;mero de sus consiervos y sus hermanos, que tambi&#233;n hab&#237;an de ser muertos como ellos.</div><div class="p"> 12Mir&#233; cuando abri&#243; el sexto sello, y he aqu&#237; hubo un gran terremoto;#Ap. 11.13; 16.18. y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvi&#243; toda como sangre; 13y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra,#Is. 13.10; Ez. 32.7; Jl. 2.31; Mt. 24.29; Mr. 13.24-25; Lc. 21.25. como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. 14Y el cielo se desvaneci&#243; como un pergamino que se enrolla;#Is. 34.4. y todo monte y toda isla se removi&#243; de su lugar.#Ap. 16.20. 15Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las pe&#241;as de los montes;#Is. 2.10. 16y dec&#237;an a los montes y a las pe&#241;as: Caed sobre nosotros, y escondednos#Os. 10.8; Lc. 23.30. del rostro de aquel que est&#225; sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; 17porque el gran d&#237;a de su ira ha llegado; &#191;y qui&#233;n podr&#225; sostenerse en pie?#Jl. 2.11; Mal. 3.2.</div>
 </div>
 </div>
</div>

<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch23" data-usfm="DEU.23">
 <div class="label">23</div><div class="s">Los excluidos de la congregaci&#243;n</div><div class="p"> 1No entrar&#225; en la congregaci&#243;n de Jehov&#225; el que tenga magullados los test&#237;culos, o amputado su miembro viril.</div><div class="p"> 2No entrar&#225; bastardo en la congregaci&#243;n de Jehov&#225;; ni hasta la d&#233;cima generaci&#243;n no entrar&#225;n en la congregaci&#243;n de Jehov&#225;.</div><div class="p"> 3No entrar&#225; amonita ni moabita en la congregaci&#243;n de Jehov&#225;,#Neh. 13.1-2. ni hasta la d&#233;cima generaci&#243;n de ellos; no entrar&#225;n en la congregaci&#243;n de Jehov&#225; para siempre, 4por cuanto no os salieron a recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto, y porque alquilaron contra ti a Balaam hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para maldecirte.#Nm. 22.1-6. 5Mas no quiso Jehov&#225; tu Dios o&#237;r a Balaam; y Jehov&#225; tu Dios te convirti&#243; la maldici&#243;n en bendici&#243;n,#Nm. 23.7&#8212;24.9. porque Jehov&#225; tu Dios te amaba. 6No procurar&#225;s la paz de ellos ni su bien en todos los d&#237;as para siempre.</div><div class="p"> 7No aborrecer&#225;s al edomita, porque es tu hermano; no aborrecer&#225;s al egipcio, porque forastero fuiste en su tierra. 8Los hijos que nacieren de ellos, en la tercera generaci&#243;n entrar&#225;n en la congregaci&#243;n de Jehov&#225;.</div><div class="s">Leyes sanitarias</div><div class="p"> 9Cuando salieres a campa&#241;a contra tus enemigos, te guardar&#225;s de toda cosa mala.</div><div class="p"> 10Si hubiere en medio de ti alguno que no fuere limpio, por raz&#243;n de alguna impureza acontecida de noche, saldr&#225; fuera del campamento, y no entrar&#225; en &#233;l. 11Pero al caer la noche se lavar&#225; con agua, y cuando se hubiere puesto el sol, podr&#225; entrar en el campamento.</div><div class="p"> 12Tendr&#225;s un lugar fuera del campamento adonde salgas; 13tendr&#225;s tambi&#233;n entre tus armas una estaca; y cuando estuvieres all&#237; fuera, cavar&#225;s con ella, y luego al volverte cubrir&#225;s tu excremento; 14porque Jehov&#225; tu Dios anda en medio de tu campamento, para librarte y para entregar a tus enemigos delante de ti; por tanto, tu campamento ha de ser santo, para que &#233;l no vea en ti cosa inmunda, y se vuelva de en pos de ti.</div><div class="s">Leyes humanitarias</div><div class="p"> 15No entregar&#225;s a su se&#241;or el siervo que se huyere a ti de su amo. 16Morar&#225; contigo, en medio de ti, en el lugar que escogiere en alguna de tus ciudades, donde a bien tuviere; no le oprimir&#225;s.</div><div class="p"> 17No haya ramera de entre las hijas de Israel,#Lv. 19.29. ni haya sodomita de entre los hijos de Israel. 18No traer&#225;s la paga de una ramera ni el precio de un perro a la casa de Jehov&#225; tu Dios por ning&#250;n voto; porque abominaci&#243;n es a Jehov&#225; tu Dios tanto lo uno como lo otro.</div><div class="p"> 19No exigir&#225;s de tu hermano inter&#233;s de dinero, ni inter&#233;s de comestibles, ni de cosa alguna de que se suele exigir inter&#233;s. 20Del extra&#241;o podr&#225;s exigir inter&#233;s, mas de tu hermano no lo exigir&#225;s,#Ex. 22.25; Lv. 25.36-37; Dt. 15.7-11. para que te bendiga Jehov&#225; tu Dios en toda obra de tus manos en la tierra adonde vas para tomar posesi&#243;n de ella.</div><div class="p"> 21Cuando haces voto a Jehov&#225; tu Dios, no tardes en pagarlo;#Nm. 30.1-16; Mt. 5.33. porque ciertamente lo demandar&#225; Jehov&#225; tu Dios de ti, y ser&#237;a pecado en ti. 22Mas cuando te abstengas de prometer, no habr&#225; en ti pecado. 23Pero lo que hubiere salido de tus labios, lo guardar&#225;s y lo cumplir&#225;s, conforme lo prometiste a Jehov&#225; tu Dios, pagando la ofrenda voluntaria que prometiste con tu boca.</div><div class="p"> 24Cuando entres en la vi&#241;a de tu pr&#243;jimo, podr&#225;s comer uvas hasta saciarte; mas no pondr&#225;s en tu cesto. 25Cuando entres en la mies de tu pr&#243;jimo, podr&#225;s arrancar espigas con tu mano; mas no aplicar&#225;s hoz a la mies de tu pr&#243;jimo.</div>
 </div>
 </div>
</div>

<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch24" data-usfm="DEU.24">
 <div class="label">24</div><div class="p"> 1Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribir&#225; carta de divorcio,#Mt. 5.31; 19.7; Mr. 10.4. y se la entregar&#225; en su mano, y la despedir&#225; de su casa. 2Y salida de su casa, podr&#225; ir y casarse con otro hombre. 3Pero si la aborreciere este &#250;ltimo, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tom&#243; por mujer, 4no podr&#225; su primer marido, que la despidi&#243;, volverla a tomar para que sea su mujer, despu&#233;s que fue envilecida; porque es abominaci&#243;n delante de Jehov&#225;, y no has de pervertir la tierra que Jehov&#225; tu Dios te da por heredad.</div><div class="p"> 5Cuando alguno fuere reci&#233;n casado, no saldr&#225; a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupar&#225;; libre estar&#225; en su casa por un a&#241;o, para alegrar a la mujer que tom&#243;.</div><div class="p"> 6No tomar&#225;s en prenda la muela del molino, ni la de abajo ni la de arriba; porque ser&#237;a tomar en prenda la vida del hombre.</div><div class="p"> 7Cuando fuere hallado alguno que hubiere hurtado a uno de sus hermanos los hijos de Israel, y le hubiere esclavizado, o le hubiere vendido, morir&#225; el tal ladr&#243;n,#Ex. 21.16. y quitar&#225;s el mal de en medio de ti.</div><div class="p"> 8En cuanto a la plaga de la lepra, ten cuidado de observar diligentemente y hacer seg&#250;n todo lo que os ense&#241;aren los sacerdotes levitas; seg&#250;n yo les he mandado, as&#237; cuidar&#233;is de hacer.#Lv. 13.1&#8212;14.54. 9Acu&#233;rdate de lo que hizo Jehov&#225; tu Dios a Mar&#237;a#Nm. 12.10. en el camino, despu&#233;s que salisteis de Egipto.</div><div class="p"> 10Cuando entregares a tu pr&#243;jimo alguna cosa prestada, no entrar&#225;s en su casa para tomarle prenda. 11Te quedar&#225;s fuera, y el hombre a quien prestaste te sacar&#225; la prenda. 12Y si el hombre fuere pobre, no te acostar&#225;s reteniendo a&#250;n su prenda. 13Sin falta le devolver&#225;s la prenda cuando el sol se ponga, para que pueda dormir en su ropa, y te bendiga; y te ser&#225; justicia delante de Jehov&#225; tu Dios.#Ex. 22.26-27.</div><div class="p"> 14No oprimir&#225;s al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros que habitan en tu tierra dentro de tus ciudades. 15En su d&#237;a le dar&#225;s su jornal, y no se pondr&#225; el sol sin d&#225;rselo; pues es pobre, y con &#233;l sustenta su vida; para que no clame contra ti a Jehov&#225;, y sea en ti pecado.#Lv. 19.13.</div><div class="p"> 16Los padres no morir&#225;n por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morir&#225; por su pecado.#2 R. 14.6; 2 Cr. 25.4; Ez. 18.20.</div><div class="p"> 17No torcer&#225;s el derecho del extranjero ni del hu&#233;rfano, ni tomar&#225;s en prenda la ropa de la viuda, 18sino que te acordar&#225;s que fuiste siervo en Egipto, y que de all&#237; te rescat&#243; Jehov&#225; tu Dios; por tanto, yo te mando que hagas esto.#Ex. 23.9; Lv. 19.33-34; Dt. 27.19.</div><div class="p"> 19Cuando siegues tu mies en tu campo, y olvides alguna gavilla en el campo, no volver&#225;s para recogerla; ser&#225; para el extranjero, para el hu&#233;rfano y para la viuda; para que te bendiga Jehov&#225; tu Dios en toda obra de tus manos. 20Cuando sacudas tus olivos, no recorrer&#225;s las ramas que hayas dejado tras de ti; ser&#225;n para el extranjero, para el hu&#233;rfano y para la viuda. 21Cuando vendimies tu vi&#241;a, no rebuscar&#225;s tras de ti; ser&#225; para el extranjero, para el hu&#233;rfano y para la viuda.#Lv. 19.9-10; 23.22. 22Y acu&#233;rdate que fuiste siervo en tierra de Egipto; por tanto, yo te mando que hagas esto.</div>
 </div>
 </div>
</div>

<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch25" data-usfm="DEU.25">
 <div class="label">25</div><div class="p"> 1Si hubiere pleito entre algunos, y acudieren al tribunal para que los jueces los juzguen, estos absolver&#225;n al justo, y condenar&#225;n al culpable. 2Y si el delincuente mereciere ser azotado, entonces el juez le har&#225; echar en tierra, y le har&#225; azotar en su presencia; seg&#250;n su delito ser&#225; el n&#250;mero de azotes. 3Se podr&#225; dar cuarenta azotes, no m&#225;s; no sea que, si lo hirieren con muchos azotes m&#225;s que estos, se sienta tu hermano envilecido delante de tus ojos.</div><div class="p"> 4No pondr&#225;s bozal al buey cuando trillare.#1 Co. 9.9; 1 Ti. 5.18.</div><div class="p"> 5Cuando hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se casar&#225; fuera con hombre extra&#241;o; su cu&#241;ado se llegar&#225; a ella, y la tomar&#225; por su mujer, y har&#225; con ella parentesco. 6Y el primog&#233;nito que ella diere a luz suceder&#225; en el nombre de su hermano muerto, para que el nombre de este no sea borrado de Israel.#Mt. 22.24; Mr. 12.19; Lc. 20.28. 7Y si el hombre no quisiere tomar a su cu&#241;ada, ir&#225; entonces su cu&#241;ada a la puerta, a los ancianos, y dir&#225;: Mi cu&#241;ado no quiere suscitar nombre en Israel a su hermano; no quiere emparentar conmigo. 8Entonces los ancianos de aquella ciudad lo har&#225;n venir, y hablar&#225;n con &#233;l; y si &#233;l se levantare y dijere: No quiero tomarla, 9se acercar&#225; entonces su cu&#241;ada a &#233;l delante de los ancianos, y le quitar&#225; el calzado del pie, y le escupir&#225; en el rostro, y hablar&#225; y dir&#225;: As&#237; ser&#225; hecho al var&#243;n que no quiere edificar la casa de su hermano. 10Y se le dar&#225; este nombre en Israel: La casa del descalzado.#Rt. 4.7-8.</div><div class="p"> 11Si algunos ri&#241;eren uno con otro, y se acercare la mujer de uno para librar a su marido de mano del que le hiere, y alargando su mano asiere de sus partes vergonzosas, 12le cortar&#225;s entonces la mano; no la perdonar&#225;s.</div><div class="p"> 13No tendr&#225;s en tu bolsa pesa grande y pesa chica, 14ni tendr&#225;s en tu casa efa grande y efa peque&#241;o. 15Pesa exacta y justa tendr&#225;s; efa cabal y justo tendr&#225;s, para que tus d&#237;as sean prolongados sobre la tierra que Jehov&#225; tu Dios te da. 16Porque abominaci&#243;n es a Jehov&#225; tu Dios cualquiera que hace esto, y cualquiera que hace injusticia.#Lv. 19.35-36.</div><div class="s">Orden de exterminar a Amalec</div><div class="p"> 17Acu&#233;rdate de lo que hizo Amalec contigo en el camino, cuando sal&#237;as de Egipto; 18de c&#243;mo te sali&#243; al encuentro en el camino, y te desbarat&#243; la retaguardia de todos los d&#233;biles que iban detr&#225;s de ti, cuando t&#250; estabas cansado y trabajado; y no tuvo ning&#250;n temor de Dios. 19Por tanto, cuando Jehov&#225; tu Dios te d&#233; descanso de todos tus enemigos alrededor, en la tierra que Jehov&#225; tu Dios te da por heredad para que la poseas, borrar&#225;s la memoria de Amalec de debajo del cielo; no lo olvides.#Ex. 17.8-14; 1 S. 15.2-9.</div>
 </div>
 </div>
</div>

<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch26" data-usfm="DEU.26">
 <div class="label">26</div><div class="s">Primicias y diezmos</div><div class="p"> 1Cuando hayas entrado en la tierra que Jehov&#225; tu Dios te da por herencia, y tomes posesi&#243;n de ella y la habites, 2entonces tomar&#225;s de las primicias de todos los frutos que sacares de la tierra que Jehov&#225; tu Dios te da, y las pondr&#225;s en una canasta, e ir&#225;s al lugar que Jehov&#225; tu Dios escogiere para hacer habitar all&#237; su nombre.#Ex. 23.19. 3Y te presentar&#225;s al sacerdote que hubiere en aquellos d&#237;as, y le dir&#225;s: Declaro hoy a Jehov&#225; tu Dios, que he entrado en la tierra que jur&#243; Jehov&#225; a nuestros padres que nos dar&#237;a. 4Y el sacerdote tomar&#225; la canasta de tu mano, y la pondr&#225; delante del altar de Jehov&#225; tu Dios.</div><div class="p"> 5Entonces hablar&#225;s y dir&#225;s delante de Jehov&#225; tu Dios: Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendi&#243; a Egipto y habit&#243; all&#237; con pocos hombres, y all&#237; creci&#243; y lleg&#243; a ser una naci&#243;n grande, fuerte y numerosa; 6y los egipcios nos maltrataron y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre. 7Y clamamos a Jehov&#225; el Dios de nuestros padres; y Jehov&#225; oy&#243; nuestra voz, y vio nuestra aflicci&#243;n, nuestro trabajo y nuestra opresi&#243;n; 8y Jehov&#225; nos sac&#243; de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con se&#241;ales y con milagros; 9y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel. 10Y ahora, he aqu&#237; he tra&#237;do las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehov&#225;. Y lo dejar&#225;s delante de Jehov&#225; tu Dios, y adorar&#225;s delante de Jehov&#225; tu Dios. 11Y te alegrar&#225;s en todo el bien que Jehov&#225; tu Dios te haya dado a ti y a tu casa, as&#237; t&#250; como el levita y el extranjero que est&#225; en medio de ti.</div><div class="p"> 12Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el a&#241;o tercero, el a&#241;o del diezmo, dar&#225;s tambi&#233;n al levita, al extranjero, al hu&#233;rfano y a la viuda; y comer&#225;n en tus aldeas, y se saciar&#225;n.#Dt. 14.28-29. 13Y dir&#225;s delante de Jehov&#225; tu Dios: He sacado lo consagrado de mi casa, y tambi&#233;n lo he dado al levita, al extranjero, al hu&#233;rfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado; no he transgredido tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos. 14No he comido de ello en mi luto, ni he gastado de ello estando yo inmundo, ni de ello he ofrecido a los muertos; he obedecido a la voz de Jehov&#225; mi Dios, he hecho conforme a todo lo que me has mandado. 15Mira desde tu morada santa, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.</div><div class="p"> 16Jehov&#225; tu Dios te manda hoy que cumplas estos estatutos y decretos; cuida, pues, de ponerlos por obra con todo tu coraz&#243;n y con toda tu alma. 17Has declarado solemnemente hoy que Jehov&#225; es tu Dios, y que andar&#225;s en sus caminos, y guardar&#225;s sus estatutos, sus mandamientos y sus decretos, y que escuchar&#225;s su voz. 18Y Jehov&#225; ha declarado hoy que t&#250; eres pueblo suyo, de su exclusiva posesi&#243;n,#Ex. 19.5; Dt. 4.20; 7.6; 14.2; Tit. 2.14; 1 P. 2.9. como te lo ha prometido, para que guardes todos sus mandamientos; 19a fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y gloria, y para que seas un pueblo santo a Jehov&#225; tu Dios, como &#233;l ha dicho.</div>
 </div>
 </div>
</div>

<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch27" data-usfm="DEU.27">
 <div class="label">27</div><div class="s">Orden de escribir la ley en piedras sobre el monte Ebal</div><div class="p"> 1Orden&#243; Mois&#233;s, con los ancianos de Israel, al pueblo, diciendo: Guardar&#233;is todos los mandamientos que yo os prescribo hoy. 2Y el d&#237;a que pases el Jord&#225;n a la tierra que Jehov&#225; tu Dios te da, levantar&#225;s piedras grandes, y las revocar&#225;s con cal; 3y escribir&#225;s en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hayas pasado para entrar en la tierra que Jehov&#225; tu Dios te da, tierra que fluye leche y miel, como Jehov&#225; el Dios de tus padres te ha dicho. 4Cuando, pues, hayas pasado el Jord&#225;n, levantar&#225;s estas piedras que yo os mando hoy, en el monte Ebal, y las revocar&#225;s con cal; 5y edificar&#225;s all&#237; un altar a Jehov&#225; tu Dios, altar de piedras; no alzar&#225;s sobre ellas instrumento de hierro. 6De piedras enteras edificar&#225;s el altar de Jehov&#225; tu Dios,#Ex. 20.25. y ofrecer&#225;s sobre &#233;l holocausto a Jehov&#225; tu Dios; 7y sacrificar&#225;s ofrendas de paz, y comer&#225;s all&#237;, y te alegrar&#225;s delante de Jehov&#225; tu Dios. 8Y escribir&#225;s muy claramente en las piedras todas las palabras de esta ley.#Jos. 8.30-32.</div><div class="p"> 9Y Mois&#233;s, con los sacerdotes levitas, habl&#243; a todo Israel, diciendo: Guarda silencio y escucha, oh Israel; hoy has venido a ser pueblo de Jehov&#225; tu Dios. 10Oir&#225;s, pues, la voz de Jehov&#225; tu Dios, y cumplir&#225;s sus mandamientos y sus estatutos, que yo te ordeno hoy.</div><div class="s">Las maldiciones en el monte Ebal</div><div class="p"> 11Y mand&#243; Mois&#233;s al pueblo en aquel d&#237;a, diciendo: 12Cuando hayas pasado el Jord&#225;n, estos estar&#225;n sobre el monte Gerizim#Dt. 11.29; Jos. 8.33-35. para bendecir al pueblo: Sime&#243;n, Lev&#237;, Jud&#225;, Isacar, Jos&#233; y Benjam&#237;n. 13Y estos estar&#225;n sobre el monte Ebal para pronunciar la maldici&#243;n: Rub&#233;n, Gad, Aser, Zabul&#243;n, Dan y Neftal&#237;. 14Y hablar&#225;n los levitas, y dir&#225;n a todo var&#243;n de Israel en alta voz:</div><div class="p"> 15Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundici&#243;n,#Ex. 20.4; 34.17; Lv. 19.4; 26.1; Dt. 4.15-18; 5.8. abominaci&#243;n a Jehov&#225;, obra de mano de art&#237;fice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responder&#225; y dir&#225;: Am&#233;n.</div><div class="p"> 16Maldito el que deshonrare a su padre o a su madre.#Ex. 20.12; Dt. 5.16. Y dir&#225; todo el pueblo: Am&#233;n.</div><div class="p"> 17Maldito el que redujere el l&#237;mite de su pr&#243;jimo.#Dt. 19.14. Y dir&#225; todo el pueblo: Am&#233;n.</div><div class="p"> 18Maldito el que hiciere errar al ciego en el camino.#Lv. 19.14. Y dir&#225; todo el pueblo: Am&#233;n.</div><div class="p"> 19Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del hu&#233;rfano y de la viuda.#Ex. 22.21; 23.9; Lv. 19.33-34; Dt. 24.17-18. Y dir&#225; todo el pueblo: Am&#233;n.</div><div class="p"> 20Maldito el que se acostare con la mujer de su padre,#Lv. 18.8; 20.11; Dt. 22.30. por cuanto descubri&#243; el regazo de su padre. Y dir&#225; todo el pueblo: Am&#233;n.</div><div class="p"> 21Maldito el que se ayuntare con cualquier bestia.#Ex. 22.19; Lv. 18.23; 20.15. Y dir&#225; todo el pueblo: Am&#233;n.</div><div class="p"> 22Maldito el que se acostare con su hermana,#Lv. 18.9; 20.17. hija de su padre, o hija de su madre. Y dir&#225; todo el pueblo: Am&#233;n.</div><div class="p"> 23Maldito el que se acostare con su suegra.#Lv. 18.7; 20.14. Y dir&#225; todo el pueblo: Am&#233;n.</div><div class="p"> 24Maldito el que hiriere a su pr&#243;jimo ocultamente. Y dir&#225; todo el pueblo: Am&#233;n.</div><div class="p"> 25Maldito el que recibiere soborno para quitar la vida al inocente. Y dir&#225; todo el pueblo: Am&#233;n.</div><div class="p"> 26Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas.#G&#225;. 3.10. Y dir&#225; todo el pueblo: Am&#233;n.</div>
 </div>
 </div>
</div>

<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch28" data-usfm="DEU.28">
 <div class="label">28</div><div class="s">Bendiciones de la obediencia</div><div class="r">(Lv. 26.3-13; Dt. 7.12-24)</div><div class="p"> 1Acontecer&#225; que si oyeres atentamente la voz de Jehov&#225; tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, tambi&#233;n Jehov&#225; tu Dios te exaltar&#225; sobre todas las naciones de la tierra. 2Y vendr&#225;n sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzar&#225;n, si oyeres la voz de Jehov&#225; tu Dios. 3Bendito ser&#225;s t&#250; en la ciudad, y bendito t&#250; en el campo. 4Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cr&#237;a de tus vacas y los reba&#241;os de tus ovejas. 5Benditas ser&#225;n tu canasta y tu artesa de amasar. 6Bendito ser&#225;s en tu entrar, y bendito en tu salir.</div><div class="p"> 7Jehov&#225; derrotar&#225; a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldr&#225;n contra ti, y por siete caminos huir&#225;n de delante de ti. 8Jehov&#225; te enviar&#225; su bendici&#243;n sobre tus graneros, y sobre todo aquello en que pusieres tu mano; y te bendecir&#225; en la tierra que Jehov&#225; tu Dios te da. 9Te confirmar&#225; Jehov&#225; por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehov&#225; tu Dios, y anduvieres en sus caminos. 10Y ver&#225;n todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehov&#225; es invocado sobre ti, y te temer&#225;n. 11Y te har&#225; Jehov&#225; sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el pa&#237;s que Jehov&#225; jur&#243; a tus padres que te hab&#237;a de dar. 12Te abrir&#225; Jehov&#225; su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestar&#225;s a muchas naciones, y t&#250; no pedir&#225;s prestado. 13Te pondr&#225; Jehov&#225; por cabeza, y no por cola; y estar&#225;s encima solamente, y no estar&#225;s debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehov&#225; tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas, 14y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles.#Dt. 11.13-17.</div><div class="s">Consecuencias de la desobediencia</div><div class="r">(Lv. 26.14-46)</div><div class="p"> 15Pero acontecer&#225;, si no oyeres la voz de Jehov&#225; tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendr&#225;n sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzar&#225;n. 16Maldito ser&#225;s t&#250; en la ciudad, y maldito en el campo. 17Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar. 18Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cr&#237;a de tus vacas, y los reba&#241;os de tus ovejas. 19Maldito ser&#225;s en tu entrar, y maldito en tu salir.</div><div class="p"> 20Y Jehov&#225; enviar&#225; contra ti la maldici&#243;n, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las cuales me habr&#225;s dejado. 21Jehov&#225; traer&#225; sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesi&#243;n de ella. 22Jehov&#225; te herir&#225; de tisis, de fiebre, de inflamaci&#243;n y de ardor, con sequ&#237;a, con calamidad repentina y con a&#241;ublo; y te perseguir&#225;n hasta que perezcas. 23Y los cielos que est&#225;n sobre tu cabeza ser&#225;n de bronce, y la tierra que est&#225; debajo de ti, de hierro. 24Dar&#225; Jehov&#225; por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos descender&#225;n sobre ti hasta que perezcas.</div><div class="p"> 25Jehov&#225; te entregar&#225; derrotado delante de tus enemigos; por un camino saldr&#225;s contra ellos, y por siete caminos huir&#225;s delante de ellos; y ser&#225;s vejado por todos los reinos de la tierra. 26Y tus cad&#225;veres servir&#225;n de comida a toda ave del cielo y fiera de la tierra, y no habr&#225; quien las espante. 27Jehov&#225; te herir&#225; con la &#250;lcera de Egipto, con tumores, con sarna, y con comez&#243;n de que no puedas ser curado. 28Jehov&#225; te herir&#225; con locura, ceguera y turbaci&#243;n de esp&#237;ritu; 29y palpar&#225;s a mediod&#237;a como palpa el ciego en la oscuridad, y no ser&#225;s prosperado en tus caminos; y no ser&#225;s sino oprimido y robado todos los d&#237;as, y no habr&#225; quien te salve. 30Te desposar&#225;s con mujer, y otro var&#243;n dormir&#225; con ella; edificar&#225;s casa, y no habitar&#225;s en ella; plantar&#225;s vi&#241;a, y no la disfrutar&#225;s. 31Tu buey ser&#225; matado delante de tus ojos, y t&#250; no comer&#225;s de &#233;l; tu asno ser&#225; arrebatado de delante de ti, y no te ser&#225; devuelto; tus ovejas ser&#225;n dadas a tus enemigos, y no tendr&#225;s quien te las rescate. 32Tus hijos y tus hijas ser&#225;n entregados a otro pueblo, y tus ojos lo ver&#225;n, y desfallecer&#225;n por ellos todo el d&#237;a; y no habr&#225; fuerza en tu mano. 33El fruto de tu tierra y de todo tu trabajo comer&#225; pueblo que no conociste; y no ser&#225;s sino oprimido y quebrantado todos los d&#237;as. 34Y enloquecer&#225;s a causa de lo que ver&#225;s con tus ojos. 35Te herir&#225; Jehov&#225; con maligna p&#250;stula en las rodillas y en las piernas, desde la planta de tu pie hasta tu coronilla, sin que puedas ser curado.</div><div class="p"> 36Jehov&#225; te llevar&#225; a ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a naci&#243;n que no conociste ni t&#250; ni tus padres; y all&#225; servir&#225;s a dioses ajenos, al palo y a la piedra. 37Y ser&#225;s motivo de horror, y servir&#225;s de refr&#225;n y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevar&#225; Jehov&#225;. 38Sacar&#225;s mucha semilla al campo, y recoger&#225;s poco, porque la langosta lo consumir&#225;. 39Plantar&#225;s vi&#241;as y labrar&#225;s, pero no beber&#225;s vino, ni recoger&#225;s uvas, porque el gusano se las comer&#225;. 40Tendr&#225;s olivos en todo tu territorio, mas no te ungir&#225;s con el aceite, porque tu aceituna se caer&#225;. 41Hijos e hijas engendrar&#225;s, y no ser&#225;n para ti, porque ir&#225;n en cautiverio. 42Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra ser&#225;n consumidos por la langosta. 43El extranjero que estar&#225; en medio de ti se elevar&#225; sobre ti muy alto, y t&#250; descender&#225;s muy abajo. 44&#201;l te prestar&#225; a ti, y t&#250; no le prestar&#225;s a &#233;l; &#233;l ser&#225; por cabeza, y t&#250; ser&#225;s por cola. 45Y vendr&#225;n sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguir&#225;n, y te alcanzar&#225;n hasta que perezcas; por cuanto no habr&#225;s atendido a la voz de Jehov&#225; tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que &#233;l te mand&#243;; 46y ser&#225;n en ti por se&#241;al y por maravilla, y en tu descendencia para siempre.</div><div class="p"> 47Por cuanto no serviste a Jehov&#225; tu Dios con alegr&#237;a y con gozo de coraz&#243;n, por la abundancia de todas las cosas, 48servir&#225;s, por tanto, a tus enemigos que enviare Jehov&#225; contra ti, con hambre y con sed y con desnudez, y con falta de todas las cosas; y &#233;l pondr&#225; yugo de hierro sobre tu cuello, hasta destruirte. 49Jehov&#225; traer&#225; contra ti una naci&#243;n de lejos, del extremo de la tierra, que vuele como &#225;guila, naci&#243;n cuya lengua no entiendas; 50gente fiera de rostro, que no tendr&#225; respeto al anciano, ni perdonar&#225; al ni&#241;o; 51y comer&#225; el fruto de tu bestia y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas; y no te dejar&#225; grano, ni mosto, ni aceite, ni la cr&#237;a de tus vacas, ni los reba&#241;os de tus ovejas, hasta destruirte. 52Pondr&#225; sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que t&#250; conf&#237;as, en toda tu tierra; sitiar&#225;, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que Jehov&#225; tu Dios te hubiere dado. 53Y comer&#225;s el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehov&#225; tu Dios te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiar&#225; tu enemigo. 54El hombre tierno en medio de ti, y el muy delicado, mirar&#225; con malos ojos a su hermano, y a la mujer de su seno, y al resto de sus hijos que le quedaren; 55para no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos, que &#233;l comiere, por no haberle quedado nada, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimir&#225; en todas tus ciudades. 56La tierna y la delicada entre vosotros, que nunca la planta de su pie intentar&#237;a sentar sobre la tierra, de pura delicadeza y ternura, mirar&#225; con malos ojos al marido de su seno, a su hijo, a su hija, 57al reci&#233;n nacido que sale de entre sus pies, y a sus hijos que diere a luz; pues los comer&#225;#2 R. 6.28-29; Lm. 4.10. ocultamente, por la carencia de todo, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimir&#225; en tus ciudades.</div><div class="p"> 58Si no cuidares de poner por obra todas las palabras de esta ley que est&#225;n escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible: JEHOV&#193; TU DIOS, 59entonces Jehov&#225; aumentar&#225; maravillosamente tus plagas y las plagas de tu descendencia, plagas grandes y permanentes, y enfermedades malignas y duraderas; 60y traer&#225; sobre ti todos los males de Egipto, delante de los cuales temiste, y no te dejar&#225;n. 61Asimismo toda enfermedad y toda plaga que no est&#225; escrita en el libro de esta ley, Jehov&#225; la enviar&#225; sobre ti, hasta que seas destruido. 62Y quedar&#233;is pocos en n&#250;mero, en lugar de haber sido como las estrellas del cielo en multitud, por cuanto no obedecisteis a la voz de Jehov&#225; tu Dios. 63As&#237; como Jehov&#225; se gozaba en haceros bien y en multiplicaros, as&#237; se gozar&#225; Jehov&#225; en arruinaros y en destruiros; y ser&#233;is arrancados de sobre la tierra a la cual entr&#225;is para tomar posesi&#243;n de ella. 64Y Jehov&#225; te esparcir&#225; por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo; y all&#237; servir&#225;s a dioses ajenos que no conociste t&#250; ni tus padres, al le&#241;o y a la piedra. 65Y ni aun entre estas naciones descansar&#225;s, ni la planta de tu pie tendr&#225; reposo; pues all&#237; te dar&#225; Jehov&#225; coraz&#243;n temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma; 66y tendr&#225;s tu vida como algo que pende delante de ti, y estar&#225;s temeroso de noche y de d&#237;a, y no tendr&#225;s seguridad de tu vida. 67Por la ma&#241;ana dir&#225;s: &#161;Qui&#233;n diera que fuese la tarde! y a la tarde dir&#225;s: &#161;Qui&#233;n diera que fuese la ma&#241;ana! por el miedo de tu coraz&#243;n con que estar&#225;s amedrentado, y por lo que ver&#225;n tus ojos. 68Y Jehov&#225; te har&#225; volver a Egipto en naves, por el camino del cual te ha dicho: Nunca m&#225;s volver&#225;s; y all&#237; ser&#233;is vendidos a vuestros enemigos por esclavos y por esclavas, y no habr&#225; quien os compre.</div>
 </div>
 </div>
</div>

<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkDEU">
 <div class="chapter ch29" data-usfm="DEU.29">
 <div class="label">29</div><div class="s">Pacto de Jehov&#225; con Israel en Moab</div><div class="p"> 1Estas son las palabras del pacto que Jehov&#225; mand&#243; a Mois&#233;s que celebrase con los hijos de Israel en la tierra de Moab, adem&#225;s del pacto que concert&#243; con ellos en Horeb.</div><div class="p"> 2Mois&#233;s, pues, llam&#243; a todo Israel, y les dijo: Vosotros hab&#233;is visto todo lo que Jehov&#225; ha hecho delante de vuestros ojos en la tierra de Egipto a Fara&#243;n y a todos sus siervos, y a toda su tierra, 3las grandes pruebas que vieron vuestros ojos, las se&#241;ales y las grandes maravillas. 4Pero hasta hoy Jehov&#225; no os ha dado coraz&#243;n para entender, ni ojos para ver, ni o&#237;dos para o&#237;r. 5Y yo os he tra&#237;do cuarenta a&#241;os en el desierto; vuestros vestidos no se han envejecido sobre vosotros, ni vuestro calzado se ha envejecido sobre vuestro pie. 6No hab&#233;is comido pan, ni bebisteis vino ni sidra; para que supierais que yo soy Jehov&#225; vuestro Dios. 7Y llegasteis a este lugar, y salieron Seh&#243;n rey de Hesb&#243;n#Nm. 21.21-30. y Og rey de Bas&#225;n#Nm. 21.31-35. delante de nosotros para pelear, y los derrotamos; 8y tomamos su tierra, y la dimos por heredad a Rub&#233;n y a Gad y a la media tribu de Manas&#233;s.#Nm. 32.33. 9Guardar&#233;is, pues, las palabras de este pacto, y las pondr&#233;is por obra, para que prosper&#233;is en todo lo que hiciereis.</div><div class="p"> 10Vosotros todos est&#225;is hoy en presencia de Jehov&#225; vuestro Dios; los cabezas de vuestras tribus, vuestros ancianos y vuestros oficiales, todos los varones de Israel; 11vuestros ni&#241;os, vuestras mujeres, y tus extranjeros que habitan en medio de tu campamento, desde el que corta tu le&#241;a hasta el que saca tu agua; 12para que entres en el pacto de Jehov&#225; tu Dios, y en su juramento, que Jehov&#225; tu Dios concierta hoy contigo, 13para confirmarte hoy como su pueblo, y para que &#233;l te sea a ti por Dios, de la manera que &#233;l te ha dicho, y como lo jur&#243; a tus padres Abraham, Isaac y Jacob. 14Y no solamente con vosotros hago yo este pacto y este juramento, 15sino con los que est&#225;n aqu&#237; presentes hoy con nosotros delante de Jehov&#225; nuestro Dios, y con los que no est&#225;n aqu&#237; hoy con nosotros.</div><div class="p"> 16Porque vosotros sab&#233;is c&#243;mo habitamos en la tierra de Egipto, y c&#243;mo hemos pasado por en medio de las naciones por las cuales hab&#233;is pasado; 17y hab&#233;is visto sus abominaciones y sus &#237;dolos de madera y piedra, de plata y oro, que tienen consigo. 18No sea que haya entre vosotros var&#243;n o mujer, o familia o tribu, cuyo coraz&#243;n se aparte hoy de Jehov&#225; nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros ra&#237;z que produzca hiel y ajenjo,#He. 12.15. 19y suceda que al o&#237;r las palabras de esta maldici&#243;n, &#233;l se bendiga en su coraz&#243;n, diciendo: Tendr&#233; paz, aunque ande en la dureza de mi coraz&#243;n, a fin de que con la embriaguez quite la sed. 20No querr&#225; Jehov&#225; perdonarlo, sino que entonces humear&#225; la ira de Jehov&#225; y su celo sobre el tal hombre, y se asentar&#225; sobre &#233;l toda maldici&#243;n escrita en este libro, y Jehov&#225; borrar&#225; su nombre de debajo del cielo; 21y lo apartar&#225; Jehov&#225; de todas las tribus de Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del pacto escrito en este libro de la ley. 22Y dir&#225;n las generaciones venideras, vuestros hijos que se levanten despu&#233;s de vosotros, y el extranjero que vendr&#225; de lejanas tierras, cuando vieren las plagas de aquella tierra, y sus enfermedades de que Jehov&#225; la habr&#225; hecho enfermar 23(azufre y sal, abrasada toda su tierra; no ser&#225; sembrada, ni producir&#225;, ni crecer&#225; en ella hierba alguna, como sucedi&#243; en la destrucci&#243;n de Sodoma y de Gomorra,#Gn. 19.24-25. de Adma y de Zeboim, las cuales Jehov&#225; destruy&#243; en su furor y en su ira); 24m&#225;s a&#250;n, todas las naciones dir&#225;n: &#191;Por qu&#233; hizo esto Jehov&#225; a esta tierra? &#191;Qu&#233; significa el ardor de esta gran ira? 25Y responder&#225;n: Por cuanto dejaron el pacto de Jehov&#225; el Dios de sus padres, que &#233;l concert&#243; con ellos cuando los sac&#243; de la tierra de Egipto, 26y fueron y sirvieron a dioses ajenos, y se inclinaron a ellos, dioses que no conoc&#237;an, y que ninguna cosa les hab&#237;an dado. 27Por tanto, se encendi&#243; la ira de Jehov&#225; contra esta tierra, para traer sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro; 28y Jehov&#225; los desarraig&#243; de su tierra con ira, con furor y con grande indignaci&#243;n, y los arroj&#243; a otra tierra, como hoy se ve.</div><div class="p"> 29Las cosas secretas pertenecen a Jehov&#225; nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.</div>
 </div>
 </div>
</div>

April Nextgen Daily DevotionEjemplo

Escrituras

Acerca de este Plan

Planes relacionados