Aun Siendo JovenMuestra

Piensa en un momento en que no trabajaste duro pese a que sabías que debías haberlo hecho. Tal vez fue cuando no estudiaste para un examen o no hiciste tu mejor esfuerzo durante la práctica o un juego. ¿Cómo te sentiste después? ¡Probablemente no muy bien! Dios valora el trabajo duro en todas las áreas de la vida. No simplemente por los resultados del trabajo arduo que se ven en el exterior, sino también por los resultados del trabajo arduo que suceden en nuestro interior. ¡Dios sabe lo que trabajar duro provoca dentro de nosotros para desarrollar nuestro carácter y darnos la confianza que necesitamos para compartir nuestra fe con otros justo donde estamos ahora!

¡Esta semana, memoriza este versículo como un recordatorio para compartir tu fe con otros a través de tus palabras, tus acciones y la manera en que vives!