Alabanza... No Címbalo Que ResuenaMuestra

Nada Nos Pertenece

Admirar la sabiduría implícita en cada versículo que se encuentra en la Palabra de Dios, es la forma de meditar más efectiva que he podido experimentar a lo largo de mi caminar cristiano; definitivamente ser partícipe de la gracia de Dios para poder comprender su Palabra es uno de los regalos que más disfruto. Noto por ejemplo en la primera carta a los Corintios, capítulo 13; cómo el Señor nos habla a través de una serie de versículos que con certeza confrontan nuestra identidad como hijos de Dios.

Estos versículos hablan de la importancia del amor; Dios lo pone por encima de los dones, los talentos, del conocimiento, de las obras que nos permite hacer y de todo lo demás que nos ha entregado gratuitamente; no puedo mentirte, estos pasajes Bíblicos siempre han provocado tristeza en mí desde mi comienzo en los caminos del Señor, sabes porqué, porque puedo evidenciar cómo la misma iglesia de Cristo Jesús es carente muchas veces de tan maravilloso don, del amor que nuestro Padre nos manifestó a través de Él, se supone que no debería ser así.

Solemos olvidar que somos hijos de Dios por gracia y por fe, que todo lo que Dios nos ha dado es por pura gracia, que nada de lo que sabemos, hacemos y tenemos es producto de nuestro esfuerzo; que el conocimiento que tenemos de la Palabra, las obras que hacemos para agradarlo, los dones y talentos que tenemos no nos pertenecen sino que los hemos recibido por y para Cristo Jesús, para poder glorificar a nuestro Padre. Puedo notar cómo fácilmente nos volvemos vulnerables al orgullo cuando por voluntad del Padre, somos favorecidos con dádivas espirituales. Me explico mejor: he notado cómo el hombre cae fácilmente en el envanecimiento a causa del conocimiento, los dones y los talentos que ha recibido de parte del Señor, cuando sólo somos administradores de lo que el Señor nos entrega.

El único dueño de todo lo que podemos saber, hacer y tener, es nuestro Padre, quien a través de su Hijo Jesús y del poder del Espíritu que mora en nosotros obra en favor de sus propósitos.