Hermoso NombreMuestra

Cuando ves a un maestro sostener un objeto o mostrar una imagen para ayudarte a aprender algo, se llama lección objetiva. Es una excelente manera de ayudarnos a comprender las cosas o recordar lo que hemos aprendido cuando volvemos a ver ese objeto a medida que avanzamos en nuestra vida cotidiana.

A Jesús le encantaba enseñar con este tipo de lecciones. Usó semillas de mostaza, vid y ramas, ovejas, pájaros, redes de pesca e higueras. En una de las lecciones objetivas más importantes que Jesús enseñó usó un poco de pan y una copa. Al igual que los discípulos, todos los días comemos pan y bebemos de vasos. ¿Qué nos pueden enseñar el pan y la copa?

En la última cena, Jesús levantó el pan y les dijo a sus discípulos que representaba Su cuerpo. Como una hogaza de pan que se parte para compartir y comer, el cuerpo de Jesús fue partido para que pudiéramos ser salvos y sanados.

Jesús sostuvo la copa y les dijo a los discípulos que les recordaría Su sangre. El jugo o el vino en la copa es rojo, lo que representa la sangre de Jesús derramada por nosotros para que podamos ser perdonados.

Es posible que los discípulos no hayan entendido completamente lo que estaba a punto de suceder, que Jesús moriría en la cruz y resucitaría. Pero desde ese día en que compartieron el pan y la copa juntos, recordarían a Jesús.

Los cristianos de todo el mundo continúan esta práctica de recordarlo cuando compartimos la comunión juntos, cuando compartimos el pan y la copa recordamos lo que Jesús ha hecho por nosotros. Jesús nuestro Rey, Cristo y Salvador.