El Desierto, Dios Y YoMuestra

Llamados A Adorar En El Desierto

Felices son los que oyen el alegre llamado a la adoración, porque caminarán a la luz de Tu presencia, Señor.

Somos llamados a adorar a Dios en medio del desierto. Al hablar de adoración de manera natural siempre lo asociamos con la música, pero la verdadera adoración es mucho más que eso. Es un estilo de vida, es fruto de un corazón dependiente de Dios.

Israel en su proceso por ese desierto se quejó demasiado. Aunque estaban experimentado el sustento y la protección de Dios en todo Su esplendor ellos fueron intensos en sus quejas. ¿No te parece conocida esa manera de ser de los Israelitas?

El problema no era que estaban en el desierto, el problema era que las cosas NO estaban siendo como ellos querían y eso les impidió ver toda la majestad de los milagros de Dios. En consecuencia no tuvieron un corazón agradecido, y un corazón que no agradece es un corazón que no tiene contentamiento, y un corazón que no tiene contentamiento es un corazón que no ha entendido por completo la gracia o misericordia de Dios.

La gratitud habla de un corazón humillado. La queja de un corazón soberbio. Las quejas son para Satanás lo que la gratitud es para Dios, adoración.

Si en nuestro caminar diario, la religiosidad, la mentira, vanidad, orgullo, pensamientos inapropiados, quejas o cualquier otro pecado, gobiernan nuestras vidas, no estamos adorando en verdad. "Este pueblo de labios me honra mas su corazón esta lejos de mi" nos calza perfectamente.

Un corazón humillado compone las melodías más preciosas y sublimes porque son melodías de procesos de obediencia y sacrificios. Eso es lo que Dios quería de Israel y es lo que Dios quiere contigo "Adoración en la obediencia". Hoy el desierto no es solo el camino hacia tu bendición, aquí en la tierra es el camino por el que tienes que pasar para tu destino final que es la eternidad con Cristo.

Nuestra mayor y más profunda adoración se refleja en las acciones del día a día, aquellas que se ven y las que no se ven. Aquellas acciones que a la vista de todos glorifican a Dios pero también aquellas íntimas que solo el cielo y uno conocen.

¿Por qué Dios nos llama a adorar?

Porque la adoración es una conversación entre Dios y el hombre, un diálogo que debemos mantener siempre en nuestras vidas. En la adoración ofrendo a Dios toda mi vida, dándole el sacrificio que pide: todo mi ser. El quiere encontrarse contigo y hablarte tiernamente.

Somos llamados a una vida íntima que adore. A un carácter que adore. A un caminar que adore.

Oramos:

Señor ayúdanos a tener un corazón que te honre en medio del desierto. Un corazón que te adore cuando las cosas van bien o cuando van mal. ¡Hoy respondo feliz al llamado de adorarte!