7 Reflexiones para el Diario VivirMuestra

Reverdecer

En el lugar donde trabaja mi madre tienen un hermoso y espacioso jardín. Ella me cuenta que por varios días no llovía, entonces, un día que fue a trabajar encontró el pasto seco. Con el pasar de los días, comenzó a llover, y ese pasto seco, volvió a tomar su hermoso color verde. Ella impactada por el hermoso cambio reflexionó, y dijo: “aunque a veces nos llega el momento de soledad, desánimo, agotamiento o sentimos que no tenemos fuerzas, Dios nos brinda lluvia fresca de bendiciones cada mañana para volver a levantarnos con el gozo de Su Espíritu Santo”.

En un principio no podía entender, pero, luego entendí qué hermoso es contar con la Presencia de Nuestro Amado. Porque en ocasiones nos sentimos solo(a)s, sin fuerzas, sin ganas de luchar o sin esperanzas, así como el pasto seco. Sin embargo, con la lluvia de bendición que nos brinda Nuestro Amado, renovando nuestras fuerzas con el Espíritu Santo, volvemos a reverdecer, como le sucedió al bello jardín.

Entonces, aunque lleguen esos momentos de dolor o donde las situaciones parecen no tener fin, sigue confiando, sigue luchando, porque Dios no te ha dejado solo(a). La batalla no es fácil, pero cuando Dios renueva nuestras fuerzas podemos volver a levantarnos.

Así que, ¿qué quieres hacer, quedarte como el pasto seco o reverdecer? No te quedes como el pasto seco, sin esperanza, por el contrario, llénate del Espíritu Santo de Dios y reverdece. No son fáciles las situaciones que enfrentamos a diario, pero Dios no te dejará solo(a). “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” (Romanos 8:28 RVR1960)