La Alegría Y El Gozo De Vivir en Su PresenciaMuestra
”¡Pero benditos sean aquellos que sólo confían en mí! Son como árboles plantados a la orilla de un río: extienden sus raíces hacia la corriente, el calor no les causa ningún daño, sus hojas siempre están verdes y todo el año dan fruto.” (Jer.17:7-8).
Quien no ha leído o visto, en algún momento, las historias de Winnie the Pooh, el tierno, ingenuo y amigable Osito de peluche, impermeable al dolor y rodeado de unos amigos muy particulares. Igor un viejo burro de peluche pesimista y sombrío, Tigger un tigre de felpa con personalidad cósmica y amante de los rebotes y Piglet, un miedoso y pequeño cerdito rosa.
Personajes, dibujos animados, estereotipos de maneras de ver el mundo e interpretar la realidad. Para Igor, sin importar las circunstancias que lo rodean, la fatalidad y la tristeza son el centro de atención. En contraste Tigger, salta por la vida sin preocuparse por nada en el mundo, en su imaginario nunca percibe que algo pueda salir mal.
La marca bíblica de la alegría o gozo va más allá de intentar superar nuestro fatalista y triste Igor interior. Ni pasearse por la vida en una felicidad ignorante al estilo de Tigger; y mucho menos enfrentar las realidades de la vida con una actitud infantil e inocencia extrema al estilo de Winnie the Pooh. Más bien, consiste en poder enfrentar los altibajos de cada día a través del contentamiento que Cristo ofrece.
Lo cual inevitablemente nos lleva a identificar la diferencia que hay entre gozo y felicidad. Ser feliz es una emoción, como la tristeza, los celos o el miedo; pero no es un estado constante, podemos estar felices por algo, pero no vamos a estar felices por siempre. El gozo o alegría, si puede llegar a ser un estado duradero del ser si nuestra fuente es Dios; de hecho, Cristo prometió que nos daría su gozo, no habló de felicidad: “Por el gozo puesto delante de Él, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se sentó a la diestra del trono de Dios”. (Heb.12:2)
El gozo duradero es, por tanto, un resultante natural que surge al permanecer, enfocarnos en la presencia, comunión con Dios, más que con evitar los problemas y luchas en nuestra vida diaria.
El conocimiento constante de nuestra salvación y el amor de Dios por nosotros sin duda nos dará gozo, incluso si nuestras circunstancias actuales no son ideales o no somos “felices”.
Recuerda, hay una fuente de profunda alegría disponible para ti, desde un lugar íntimo en tu comunión con Jesucristo.
Medita en esto…
Escrituras
Acerca de este Plan
La felicidad y el gozo son cosas que todo el mundo busca o anhela. Pero ¿Qué o quién nos muestra el camino verdadero hacia la felicidad o el gozo que trasciende lo material, las dificultades o la emoción del momento? Como personas de fe, el gozo está destinado a ser un sello distintivo de aquellos que caminamos con Dios y decidimos confiar plenamente en Él.
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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://conectar.conociendoadios.net/